Sangre Valyria

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𝐇𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐃𝐄 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍

Cuando finalmente llegamos a Rocadragón, los guardias reales nos escoltaron desde el muelle hasta el interior del castillo. A medida que avanzábamos por los pasillos de la antigua fortaleza de los Targaryen, notaba como estaba construida de un material, vidriagon, era el material más filoso y más difícil de conseguir en los 7 reinos, costaba realmente un ojo de la cara conseguirlo .

Los pasillos de Rocadragón eran oscuros y llenos de sombras, y el eco de nuestros pasos resonaba en las antiguas piedras.Me encantaba más que la fortaleza roja aunque no superaba a la fortaleza de Driftmark aunque aquella no la habia explorado a totalidad era mi favorita. Rhaenyra estaba a mi lado, Rhaenor y Laneor fueron escoltados con otros guardias.

Temían que nuestras doncelleces se vieran manchadas por ellos, me parecía irónico, no podía asegurar nada respecto a Rhaenyra pero sabía que muchas muchachas nobles al sus padres ponerles guardias para que no salgan terminaban perdiendo sus tan cuidadas flores con espadas filudas. Bien decían que no puedes encerrar el fuego bajo papeles, el fuego encontrará forma de salir e incendiar aquella cárcel de papel.

Finalmente, llegamos a una gran sala, y los guardias nos indicaron que esperáramos allí. Era una habitación con grandes vistas con techos altos y una gran mesa que tenia un gran mapa de los 7 reinos. El aire estaba lleno de un aura de solemnidad y poder. Rhaenyra y yo nos quedamos de pie, esperando lo que vendría a continuación.

Pocos minutos después, un hombre mayor y de aspecto distinguido entró en la sala. Era el guardia real designado a resguardar Rocadragón, un hombre llamado Ser Amaury Peake. Avanzó hacia nosotros con una expresión seria.

—Princesa Rhaenyra —dijo con un asentimiento respetuoso—. Y usted debe ser la princesa Alyria, la recién llegada.

Asentí con cortesía mientras Rhaenyra respondía con un simple "Sí". Ser Amaury nos estudió por un momento antes de continuar.

—El rey Viserys Targaryen ha dado instrucciones de que sean bienvenidas a Rocadragón y que se les brinde toda la hospitalidad debida. Pronto prepararemos las cuevas de dragón para que sean visitadas y se escoja al dragón para la princesa Alyria

Rhaenyra asintió con gratitud

—Agradecemos su hospitalidad, Ser Amaury—respondio ella

El Lord Comandante asintió y se giró hacia los guardias.

—Llevad a las damas a sus aposentos. Princesa Rhaenyra, su padre le ha asignado las habitaciones que solían pertenecer a la difunta reina Aemma cuando visitaban este lugar. Y para Lady Alyria, hemos preparado aposentos adecuados en otra parte del castillo, los de la bien amada reina Alysanne su visabuela —

Horas después de instalarnos en nuestros aposentos en Rocadragón, hubo un suave golpe en la puerta de mi habitación. Al acercarme para abrir, me encontré con Rhaenor, que había venido a buscarme. Su rostro estaba iluminado por una sonrisa juguetona, y en sus ojos centelleaba la emoción.

—Es hora, Alyria —anunció con un brillo de anticipación—Ha llegado el momento de encontrar a tu compañero dragón.

—Espero que no te refieras a ti mismo conociendo tu ...humor—

—No, pero ...hablando de humor, me debes un beso te hice reir, sin intencion pero lo logre—

—Si te lo daré, pero vamos a ver lo del dragón primero —

La idea de emprender la búsqueda de un huevo de dragón o un dragón propiamente dicho había estado presente en mi mente desde que llegamos a Rocadragón.