Sangre Valyria

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𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐃𝐎 𝐄𝐍 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐍 𝐂𝐎𝐍𝐅𝐈𝐀𝐒

Por la mañana siguiente, Alyria se despidió de su padre, Craghas, quien le deseó buena suerte en su regreso a la isla para encontrarse con Asher. Con emoción en el corazón, ella navegó de vuelta a la isla, ansiosa por reunirse con su mejor amigo.

Al llegar, encontró a Asher sentado en la costa, disfrutando de su desayuno mientras observaba los barcos. Sin perder tiempo, Alyria corrió hacia él y saltó a sus brazos, abrazándolo con fuerza. -¡Asher, come con la boca cerrada!- exclamó emocionada.

Él la abrazó de vuelta, sonriendo- ¿Cómo te fue con tu padre?- tocio un poco porque se habia atorado

Alyria le contó emocionada lo que su padre le había dicho, que se quedarían juntos en tierra segura durante una semana. Sin embargo, Asher conocía a su amiga mejor que nadie y sabía que la verdadera emoción en su voz era por la oportunidad de ver a Daemon nuevamente.La semana comenzó a pasar rápidamente, y los días acordados con el príncipe canalla se acercaron. Aunque Daemon aparecía en los momentos pactados, había algo más en su relación con Alyria. Habían forjado una especie de amistad que trascendía las formalidades acordadas. Se divertían hablando sobre más cosas que solo la triarquía. Daemon le contaba sobre Desembarco y sus experiencias, incluso hablaban sobre el inepto hermano del príncipe, Viserys, a quien ambos detestaban.Daemon también compartía historias sobre su sobrina, la princesa rebelde Rhaenyra, de quien Alyria se sintió intrigada. La idea de conocer a una princesa tan audaz y diferente a las demás le parecía emocionante, aunque sabía que era prácticamente imposible.

En aquel tiempo juntos, Alyria aprendió a apreciar al príncipe canalla de una manera inesperada. Su personalidad divertida y su disposición para ir más allá de los temas políticos y de la guerra, crearon una conexión genuina entre ellos. Para Alyria, quien rara vez consideraba a alguien como amigo, Daemon había logrado traspasar esa barrera y se había ganado un lugar especial en su corazón.Sin embargo, al recibir una carta de su padre, Alyria supo que debía posponer su partida con la tripulación por un par de semanas más. Aunque le emocionaba la idea de tener más tiempo con Daemon, también estaba ansiosa por volver al mar y seguir luchando junto a su familia .La semana pasó volando y, con el tiempo extendido, Alyria pudo profundizar en su amistad con Daemon. Aunque sabía que el encuentro con la princesa Rhaenyra era solo un sueño lejano, se sintió agradecida por haber conocido a alguien como el príncipe canalla, quien le mostró un lado diferente de la triarquía y del mundo en el que estaban inmersos. 

Alyria Targaryen 

Caminaba por las empedradas calles de la isla, el aroma a sal y especias llenaba el aire, mientras el sol del atardecer pintaba de tonos dorados las fachadas de las casas. Pero entre la belleza del paisaje, sentía una mirada penetrante que me seguía. Al salir de una tienda, me encontré con Daemon Targaryen bloqueando mi camino, y la conexión entre nosotros era innegable.

-¿Qué estás haciendo aquí?- pregunté sorprendida, aunque en el fondo, disfrutaba de su presencia, se veia mas atractivo bajo la luz del sol a diferencia de como lucia bajo la luz de las velas de la casa del placer

Daemon me miró con intensidad, su mirada violeta atrapándome-Lyrio no es tu nombre, ¿verdad? Te llamas Alyria y eres la hija de Craghas Drahar, el famoso pirata- dijo con calma, revelando que había descubierto mi verdadera identidad, me quede helada por unos segundos

Mi corazón se aceleró, pero intenté mantener la compostura-No sé de qué estás hablando- respondí, aunque su cercanía me hacía sentir vulnerable.

Daemon sonrió con malicia, mostrando su habilidad para leerme-Lo sé todo, Alyria. Pero no te preocupes, no voy a delatarte. De hecho, puedo ayudarte-dijo en voz baja, creando una complicidad entre nosotros.

Intrigada y cautelosa, lo seguí hacia un lugar más apartado. El paisaje cambiaba, las calles concurridas daban paso a una tranquila playa . La brisa marina me acariciaba, pero era la cercanía de Daemon lo que hacía que mi piel se erizara.

-Los próximos días prepara algunas cosas en secreto. Yo llegaré para apoyarlos y hablaré con tu padre, pero no le digas a nadie. Mi ejercito no sera recibido, ire solo, pero es seguro que no te crean y te aprisionen por esto por eso manten en secreto y solo haz lo que te pido,  llegaré como un aliado. Juntos podemos acabar con esta guerra- susurró en un tono persuasivo.

Miré sus ojos violetas y sentí como si estuviera hipnotizada por él. Sus palabras, su cercanía, todo me llevaba a confiar en él a pesar de mis reservas. Era como si Daemon supiera cómo manipularme, cómo despertar emociones en mí que nunca había sentido antes.Decidí confiar en él, dejar de lado la lógica y permitir que mi corazón guiara mis decisiones. La química entre nosotros era innegable, y cada gesto y palabra suya me hacían sentir que podía contar con él.

Asentí, tomando su mano sin dudar, sintiendo una corriente eléctrica entre nosotros-Está bien, Daemon. Confío en ti. Haré lo que dices y esperaré tu llegada- le respondí, sin poder evitar que mi corazón latiera con fuerza.

-Sabia que mi bello Lyrio no me defraudaria, por eso te traje esto-me mostro un collar, lo saco de su bolsillo, acero Valyrio - Esta hecho con acero Valyrio, le di uno a mi sobrina hace años, pero este tiene la particularidad de...-se acerco a mi y me mostro el collar con detenimiento-Esta hecho del mismo acero que mi espada, hice que quitaran un poco de esta para que hicieran el collar, mira los detalles, dentro hay una zafiro rojo, me recuerda a tus ojos violetas cuando estan iluminados por la luz de las velas, son casi rojos, como el fuego de un dragon, se que debes de tener sangre Valyria en ti, ese tono de ojos no lo habia visto antes en Lys, mi abuelo tenia el tono de ojos que tienes, ciertamente lo vi mas con cataratas, mereces tener algo de nuestros ancestros, algo de la vieja Valyria, algo que no sea solo yo- dijo y coloco el collar en mi cuello