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𝐄𝐋 𝐁𝐄𝐁𝐄 𝐃𝐄 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐓𝐀
[...]

El día de la boda había llegado, Rhaenyra había salido a volar en Syrax, tenía órdenes de estar a la hora de boda, yo igual.
Rhaenyra me ofreció ir con ella pero me negue, aunque ya no hablaba tanto con Alicent como antes le había hecho una promesa a ella, la cuidaría, al final sabía que mujeres como ella eran comandadas por mentes maestras por detrás, en ese caso su padre Otto

Aun era temprano, camine en direccion a su habitación, me quedé frente a la puerta, dude si en entrar o no pero finalmente la abrí

Me quedé en el umbral de la habitación de Alicent, observando en silencio mientras ella luchaba con el vestido de novia. La vi sola, tratando de abrochar los complicados encajes y ajustes que adornaban la prenda. Era una escena triste.

Un suspiro escapó de mis labios antes de que pudiera contenerlo. Me sentía atrapada entre la lealtad completa hacia Rhaenyra y la lealtad a Alicent la cual que estaba a punto de ser arrastrada a un matrimonio no deseado. Sabía que Rhaenyra no quería verla, no después de la decisión de su padre, pero eso no significaba que pudiera abandonar a Alicent en su hora de necesidad. Ella la necesitaba, Alicent no tenía a nadie estaba sola, completamente sola.

Avancé con cuidado hacia Alicent, sin hacer ruido. Ella estaba tan concentrada en su lucha con el vestido que no me notó de inmediato. Cuando finalmente levantó la vista y me vio allí parada, sus ojos se llenaron de sorpresa y, quizás, un atisbo de alivio.

—Alyria... —murmuró, como si no pudiera creer que estuviera allí.

Sonreí  y me acerqué a ella.

—Necesitas ayuda, ¿verdad? —pregunté suavemente.

Alicent asintió con tristeza, sus ojos castaños estaban llenos de lágrimas contenidas.

Durante un rato, trabajamos en silencio, mientras yo hacía mi mejor esfuerzo para asegurarme de que el vestido se ajustara perfectamente. Pero finalmente, no pude soportar más el silencio incómodo.

—Alicent, lo siento mucho por cómo sucedieron las cosas —dije sinceramente—. Rhaenyra está herida y enojada, pero eso no significa que ella quiera perderte como amiga. Solo necesita tiempo para procesar todo esto.

—No sé qué hacer, Alyria. Este vestido es un enigma, y siento que estoy atrapada en una pesadilla—No se refería al vestido —Siento que si se cierra no va a dejarme respirar —toco su collar —Los botones van a estallar y se irán lejos y ... y... y... y yo no se...—

Tomé su mano con suavidad y la miré con comprensión.

—No estás sola en esto, Alicent. Estaré aquí para ayudarte en todo lo que necesites. No importa lo que digan los demás o las circunstancias en las que nos encontremos. Eres mi amiga, y eso no cambiará nunca—

—Yo también la extraño, Alyria. Y lo siento por todo esto, por lo que está pasando...estan—

Terminé de ajustar el vestido y me coloqué a su lado.

—No me molesta lo que tu hayas hecho Alicent, me molesta lo que ese hombre está haciendo, sabes que no veo a Viserys como un padre pero el si me ve como una hija y me da repulsion ver como se casara con alguien con la que comparto edad ... es como estar con su propia hija Liz —

Alicent suspiró y me miró con tristeza en sus ojos. —No puedo evitar sentir que estoy traicionando a Rhaenyra al aceptar esto, Alyria. Ella siempre fue mi amiga, y ahora... —su voz se quebró ligeramente— ahora estoy a punto de casarme con su padre.

Sangre Valyria Where stories live. Discover now