Viserys no perdió tiempo y comenzó a reprenderme, su voz resonando con autoridad. Me culpaba por haber hablado durante la reunión del consejo y cuestionaba mi audacia. Sus palabras eran condescendientes, haciéndome sentir como una niña que había cometido una travesura.
-¿Cómo te atreves a hablar en medio de una reunión del consejo?-me espetó, su voz estaba llena de desaprobación -Comprometiste mi autoridad y la imagen de la Corona-
Por primera vez le iba a pedir perdón, sabía que había sido inoportuna pero cuando abrí la boca el hablo de nuevo
-No tienes derecho a opinar, Alyria. Eres una mujer, y las mujeres no deben inmiscuirse en asuntos de Estado- continuó, y sentí un fogonazo de furia crecer dentro de mí. ¿Cómo se atrevía a menospreciar mi opinión solo por mi género?
Si me menospreciaba por bastarda podía aceptarlo pero que me minimice por ser mujer ...
Levanté la barbilla, manteniendo la mirada firme.
Él se acercó aún más, su rostro a centímetros del mío. Pude sentir su aliento sobre mi piel, pero no retrocedí. Mantuve mi postura, desafiante y segura de mí misma.
-Por lo menos no estoy como un costal de papas escuchando a un prototipode marinero que quiere robarme el oro frente a mis ojos-rei-Si, tu eres el hombre, tu tienes el pene entre los pantalones pero no tienes los huevos para poner un poco de orden ni para dirigir un puto reino, yo no tengo huevos pero tengo los ovarios bien puestos -
-¡Cuidado con tus palabras, Alyria!- me advirtió, su voz cargada de amenaza.
-¡No te tengo miedo!-respondí, mi voz retumbando en la habitación-Sé lo que estoy diciendo y sé de lo que hablo. No me subestimes-
Sus ojos ardían con furia, pero también vi cierta sorpresa en ellos. No estaba dispuesta a dejarme intimidar por su autoridad. Pero antes de que pudiera seguir nuestra confrontación, él actuó impulsivamente. Agarró mi brazo bruscamente, sus dedos apretándome con fuerza.
-Escucha bien, Alyria-susurró entre dientes, acercando su rostro peligrosamente al mío. -Ahora eres una princesa, la hija del rey y por lo tanto una pieza en el juego del trono. Debes comportarte como tal, controlarte y mantener la compostura, tu imagen es mi imagen -
No iba a permitir que me redujera a ser solo una pieza en su juego. La furia creció dentro de mí, y mi voz retumbó con una fuerza que no sabía que tenía-No seré solo una pieza -
Sus ojos se oscurecieron, y por un momento temí que su furia se desbordara. Pero en su lugar, suspiró profundamente y me soltó, retrocediendo unos pasos.
-No quiero ser la imagen de un asesino-dije y eso lo molesto
-Escúchame bien, Alyria-su voz era un gruñido amenazante- Debes comportarte y controlarte. Si no puedes hacerlo, entonces quizás debería reconsiderar quién heredará el trono después de mí-
Las palabras de Viserys me golpearon como un puñetazo en el estómago. Mi corazón latía con furia mientras
-¿Estás amenazándome? ¿Poniendo a Daemon por encima de Rhaenyra por una simple discusión?-
Viserys me miró con frialdad, sus labios apretados en una línea tensa-No es solo una discusión, Alyria. Es una cuestión de respeto , no puedes seguir comportándote como una salvaje
Me quedé en silencio
-¿Entonces quieres que me comporte para que Rhaenyra llegue al trono?, lo hare pero si alguien me falta el respeto lo hare-dije firme -No me quedaré callada, los dioses me brindaron una habilidad para destruir a las personas con solo hablar no la vou a desperdiciar-
-No confio en ti Alyria, tendras a un guardia una espada juramentada-dijo el
-Quiero a Asher, no aceptare a otro que no sea el-dije firme
-Alyria, Ser Harrold te cuidara pero si te sientes mejor con ese amigo tuyo, en unas semanas lo traere de regreso pero sera el ultimo capricho que te cumplo-
Salí de su habitación.El aire fresco del pasillo parecía una bendición después de la tensa conversación. Aunque intentaba mantener la calma, no podía evitar que mis emociones se mezclaran en un torbellino dentro de mí.
Justo en ese momento, ser Harrold, se acercó con una mirada de preocupación en sus ojos, durante mi estadia habia sido muy amable. Me preguntó si todo estaba bien, pero sabía que no era así. Agradecí su gesto y asentí levemente, aunque sabía que mi expresión delataba mi malestar.
-Ven conmigo, mi princesa-dijo ser Harrold con amabilidad, extendiendo su brazo . A pesar de que no lo conocía mucho, sentí que podía confiar en él. Asentí y lo seguí en silencio mientras caminábamos por los pasillos del castillo.
Finalmente, llegamos a las cocinas, donde ser Harrold se dirigió a las cocineras con una autoridad amable. Les pidió que prepararan un plato especial para mí. Observé con curiosidad mientras las cocineras se ponían a trabajar con entusiasmo, mezclando ingredientes y cocinando con destreza.
Mientras esperábamos, ser Harrold se volvió hacia mí y suspiró suavemente- Princesa Alyria usted es idéntica a su madre eso lo molesta, su madre le decía sus cosas a la cara y a él no le gustaba pero era la única que lo hacía...perdón no debí contarle eso -
Asentí, sintiendo un nudo en la garganta. -No, no está bien-
Ser Harrold asintió comprensivamente-El rey es un hombre tranquilo y respetado, pero como gobernante y padre, deja mucho que desear en muchos aspectos. No todos son capaces de ver sus fallos, pero eso no significa que no existan-
Finalmente, las cocineras terminaron de preparar el plato especial y ser Harrold me invitó a sentarme en una mesa cercana. El aroma delicioso llenó el aire mientras observaba el plato frente a mí. Sentí un profundo agradecimiento por el gesto de ser Harrold.
Mientras compartíamos la comida, Ser Harrold continuó hablando en voz baja-La relación entre un padre y sus hijos es complicada, mi princesa. A veces, los reyes son más capaces de gobernar un reino que de cuidar a sus propias familias-
-Yo fui hija de un pirata, de un rey marino-pause y note que el Ser me estaba mirando- Se que un rey puede ser un buen padre y se que Viserys no es ni buen padre ni buen rey -
Pense en Rhaenyra y en el dolor que también la aquejaba por su relación con Viserys, a diferencia de mi, ella si habia tenido una relacion con su madre, habia crecido con el afecto materno y hace poco su padre se lo habia quitado.
Ser Harrold asintió-Aveces hay que buscar a nuestra propia familia-
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