¿Quién es Mitch Rapp?

XXIV.- El Humano y el Lobo

La manada solo podía ver con emoción a Derek quien le sonrió con cariño al rubio castaño, Castiel se había llevado a Dean lejos para que no matara al alfa así que ahora estaban presenciando algo que jamás pensaron ver en Derek: una confesión.

— Este es demasiado interesante. — dijo Erika mientras comía palomitas.

— Demasiado, jamás pensé ver a Derek dando el primer paso. — dijo Peter robando las palomitas de la chica.

— Shh, cállense esto es bueno. — dijo Allyson sin apartar la mirada de los tórtolos.

— Deberían dejarlos tranquilos, que irresponsables. — dijo Lydia negando con la cabeza.

— Y lo dices tú, fuiste la primera en sugerir que viniéramos a ver todo. — le dijo Isaac mientras Scott se acomodaba mejor a su lado.

— Ya dejen eso, esta empezando lo más importante. — dijo Melissa de manera seria.

Derek miró con cariño a Mitch y acarició su mejilla, había decidido dar el paso que debía de haber hecho desde hace años, mucho antes de que las cosas fueran más complicadas pero ahora que tenía al amor de su vida frente a él no lo dejaría solo de nuevo.

Ellos dos habían estado saliendo oficialmente desde hace tres meses y las cosas habían ido perfecto aunque el alfa jamás se había imaginado que ahora él sería el que más hablara en la relación, Mitch era un poco serio pero hablaba un poco como antes así que no había problema además de que él estaba enamorado de Mieczyslaw, ya fuera como Mitch, Stiles o Rapp, él amaba todo lo que era ese humano aunque no era tan humano al ser un brujo. Ya no había regreso pero no le importaba porque ya no volvería a cometer el mismo error, era su momento de mantener todo en orden y para comenzar a vivir sin arrepentimientos.

Mitch en esos mese había aprendido a amar a Derek y también a que era digno de amor y entendimiento, en este tiempo había podido ver que el alfa no lo amaba como aquel recuerdo de un chico de quince años que hacia locuras y arrastraba a su mejor amigo a los peores lugares, él lo veía como todo lo que era, todo lo que había pasado y vivido, la persona que no era sus otras vidas sino que era todo él, las tres parte de su personalidad eran amadas por Derek Hale, la persona que jamás dejó de amarlo sin importar todo el daño que le hizo.

— Derek no es normal que estes tan nervioso, no es algo propio de mi alfa. — le dijo Mitch con cierta diversión.

— Es que quiero preguntarte algo pero no sé como hacerlo.

Mitch alzó una ceja y sonrió levemente para después extenderle una pequeña libreta y un bolígrafo. Derek rio levemente pero tal vez era la mejor opción.

Mitch no quiero ser cursi o repetitivo, e incluso cliché, no creo que eso vaya conmigo. Hemos pasado por muchas cosas y tu más que cualquiera pero he decidió no ser más un cobarde y no tener arrepentimientos, los cuales he tenido muchos en mi vida, pero hay solo una cosa de la que no me arrepiento: tú. ¿Quieres pasar el resto de nuestras vidas juntos?

Mitch leyó el papel y sonrió con ternura para después tomar el bolígrafo de la mano del alfa y escribir en la hoja.

Eres bastante cursi Derek hale, pero eso es de las cosas que más me gustan de tu y claro que quiero pasar el resto de nuestras vidas juntos.

Derek terminó de leer el papel y después tomo al castaño de la cintura y lo beso con fuerza, cariño y ternura. Mitch acepto ese beso con todo amor, en ese beso parecía pasar toda su vida y las momentos que había pasado con Derek, cada uno de ellos.

*

Cinco años después...

— ¡Tío Mitch! — el rubio castaño miró a su pequeño sobrino de doce años, de cabello castaño de ojos azules acercarse a él con un puchero en su rostro (Kayden).