¿Quién es Mitch Rapp?

XXIII.- Aceptando Sentimientos

Mitch sonrió al ver a la manada, ya había aceptado sus tres vidas y personalidades, aunque sin la ayuda de Derek no lo hubiera logrado, los cachorros y su pequeño ángel también lo ayudaron bastante. Ahora estaba dejando entrar a su corazón a la manada, también había decidido hablar con Thomas y los demás, las cosas habían salido bien y terminó en un nuevo abrazo grupal, comenzaba a acostumbrarse a ellos pero no le agradaban mucho todavía.

— ¡Alfita! —dijo Minho colgándose de los hombros del castaño.

Mitch suspiro pero no hizo nada.

— ¿Qué necesitas Minho?

— Sigue siendo igual de amargado, deberías ser más risueño. — el castaño alzo una ceja — Bueno, bueno, ¿cómo te sientes con Hale? ¿Estás listo para correr a sus brazos en un atardecer y besarlo? Ya no somos niños.

— Mas bien lo que siento son ganas de darte un golpe.

— Cariño, no deberías de molestarlo, es más fuerte que todos nosotros. Yo ya lo hice y aun me duele el cuerpo por sus golpes. — le dijo Gally tratando de no quedarse viudo.

— Mejor debemos dejar a Mitch solo, pero es bueno que pienses acerca de tus sentimientos. Siempre has sido terco y cerrado, al parecer esas son características que no has dejado atrás. — dijo Thomas para después recibir un golpe en la cabeza por parte de su esposo.

— Sabes que son unos idiotas, tu puedes hacer lo que quieras y cuando quieras, no los escuches. No sé el porque los elegiste como tus manos dereche e izquierda, son unos idiotas. — dijo Newt negando con la cabeza.

— Empiezo a cuestionarme lo mismo. — suspiro — Son idiotas pero creo que no son tan malos, creo.

— Estoy ofendidísimo. — dijo Minho mientras que el castaño asentía.

— Me importa un...

—¡Tío!

Jack se lanzó a los brazos del mayor mientras que Minho agradecía internamente de que el pequeño ángel lo salvara.

— Queremos ir a comer algo, ¿no acompañas? — le preguntó Alexis mientras se acercaba y tomaba la mano del rubio con cariño.

— Con gusto, estoy empezando a cansarme de estos. — dijo Mitch.

Los tres caminaron al auto del mayor, un jeep negro, le recordaba a Roscoe pero no sabía donde había quedado esa camioneta y la verdad no le había preguntado a la manada, pero cunado Dean le regaló ese jeep con tanta emoción no pudo decir nada, no quería hacer que se sintiera mal, tal vez si Roscoe seguía en pie podía quedársela Alexis.

Llegaron a un pequeño restaurante, Jack lo había visto en una de sus citas y le había rogado a Alexis ir, así que ahora estaban ellos dos junto con el adulto y el pequeño polizón que parecían su sanguijuela personal: Antonio, el pequeño cazador había dedicado sus días a seguirlos, les agradaba y se divertía con ellos.

— Vamos a comer, vamos a comer huevos con tocino, vamos a comer... — seguía cantando Antonio mientras entraba al lugar mientras los mayores reían levemente.

— Tengo que admitirlo, adoro a este niño. — dijo Mitch mientras revolvía el cabello del menor.

— No te encariñes mucho, Mica. Es un niño travieso y luego se aprovecha de que no lo regañaras. — dijo Alexis suspirando, aun recuerda las bromas que les hizo a los demás, la mansión fue un caos ese día.

— Es un niño adorable, se más amable Alex. — le dijo Jack mientras se sentaba y comenzaba a ver el menú con emoción.

— Es un demonio.

Mitch sonrió al verlos pelear, era bonito ver de esa manera a su sobrino y a su hermano, sabía que ahora estaban tranquilos y sin preocupaciones.

— Oh, Derek. ¿Qué haces aquí? — preguntó Alexis mientras disfrutaba de las papas fritas que habían pedido.

Mitch miró detrás de él, Derek los miraba con una sonrisa divertida, vestía unos tejanos de mezclilla algo desgastados y una playera de maga corta negra que tenía el logo del taller mecánico del alfa. El rubio castaño solo pudo negar con la cabeza, no era justo que el lobo fuera tan atractivo con lo que usara, ahora sabía lo que sentía por Derek pero no sabía que hacer con esos sentimientos que no solo eran suyos sino también de Stiles y Mitch Rapp, era algo exasperante ver lo cursi que había sido en su otra vida incluso cuando quería alejarse de la manada como Mitch Rapp.

— Tenía hambre, estoy en mi descanso y este es uno de los lugares que quedan cerca del taller. ¿Puedo sentarme?

— Ya que... — susurró Antonio.

Derek miró al cazador quien siguió comiendo.

— Lo adoro. — dijo Mitch con cariño ignorando el leve empujón que le dio el lobo.

— No lo alientes, este niño es a pesadilla de todos en casa pero tengo que admitir que tiene su encanto y es inteligente no como su hermana. — comentó Derek sin importarle la mirada del menor.

— Se parece a su hermana.

— ¿De verdad me parezco a Ally? — preguntó Antonio con emoción.

— Tu hermana siempre fue una chica bastante inteligente y astuta, tu eres más bromista pero te pareces más a ella, de Scott solo tienes su buen corazón pero en realidad es algo que aprendiste de Melissa. — le dijo Mitch recordando a la amable mujer que no importa el tiempo sigue siendo amable y cariñosa con él.

— Genial.

Los adultos sonrieron al ver eso. Derek respiró profundo, tomo la mano del otro debajo de la mesa y entrelazo sus dedos con los de él. Mitch solo dio un suave apretón y siguió escuchando a los menores.