¿Quién es Mitch Rapp?

IX.- CIA vs Cazadores

Stiles suspiró mientras miraba las cámaras que había instalado en el bosque, no podía creer que la manada solo estuviera conformada por idiotas. Ellos les habían dicho que no se involucraran pero siempre tenían que meter la nariz donde no debían y ahora estaban corriendo por su vida.

- ¿Vamos a hacer algo? – preguntó Newt quien veía las pantallas al igual que los demás aunque Gally disfrutaba de un bote con palomitas.

- No lo sé, esperemos un poco más. – dijo Stiles mientras miraba con aburrimiento la pantalla, mientras no se acerquen a la mansión donde están su hermano y el pequeño Antonio todo estaría bien además la manada tenía que aprender una lección y sobrevivirían lo suficiente.

- ¿Podrías dejar de disfrutar tanto esto? – le preguntó Minho a su novio que seguía comiendo sin preocupación.

- Es todo un espectáculo además son unos idiotas eso les pasa por desobedecer nuestras órdenes. Ellos no están capacitados para enfrentarse a Monroe así que disfruto el ver como sufren por eso. – dijo Gally restándole importancia.

- Odio admitirlo pero tiene razón, es de cierta forma satisfactorio ver todo esto. – dijo Thomas con una sonrisa algo tenebrosa.

Newt solo pudo suspirar, sabía que Stiles también lo disfrutaba a pesar de que no lo dijera. A veces le asustada lo sádicos que podían ser esos tres, solo él y Minho era los normales del grupo.

- ¿Cuándo vas a hablarles de lo que sucedió ese año? – le preguntó Thomas a Stiles mientras los otros tres discutían acerca de la comida de Gally.

- No planeaba contárselos, ellos no entendería lo que sucedió y solo culparían al FBI. Puede que se hayan enfrentado a muchos peligros y estuvieran cerca de la muerte varias veces pero no tienen la menor idea de lo que es el mundo, la crueldad que hay así que no puedo contarles. – le dijo Stiles mientras fruncía el ceño.

- Ellos son tu familia, hay cosas que deberías de contarles. Tú mismo nos han enseñado el significado que ellos te enseñaron acerca de a familia, no van a juzgarte y sí, puede que no te entiendan pero por lo menos ellos sabrán la verdad y tú te sentirás mejor y créeme te lo dice alguien que te entiende. – se sentó a su lado – Como sabes yo también cargó con todo sobre mis hombros solo para facilitarles la vida a los chicos, tenemos complejo de héroe, no podemos hacer nada. – le dijo Thomas con cierta diversión.

- Lo que digas, Thomas.

El mencionado sonrió, puede que Stiles nunca lo admitiera pero ahora la persona que más lo que conoce es él y sabe que lo escucha a pesar de que pareciera lo contrario.

Unos minutos más tarde Stiles se levantó y los tigres supieron que ya era hora intervenir.

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La manada corría por el bosque sin descanso, las flechas y disparos se levantaban sobre ellos, algunos ya habían sido heridos y a pesar del acónito seguían adelante pero no podían ir a la mansión así solo podrían en peligro a los cachorros.

- Debimos de hacerle caso a Stiles. – gritó Isaac mientras gruñía al esquivar una flecha que lo rozó levemente.

- Yo se los dije peor sabía que me iba a arrepentir si los dejaba solos. – dijo Derek molesto. Él se negó a hacer esa tontería, se lo dijo a Scott pero como siempre tenía que limpiar el desastre que la manada causaba. ¡Por el amor de la luna! Ellos ya eran adultos deberían de comenzar a actuar como tal no como unos adolescentes idiotas, ahora entendía a Stiles y la frustración que siempre tuvo. Hablando del castaño sabía que los iba a matar cuando los sacara de este embrollo porque era obvio que iba a ir a salvarlos.

Las flechas pararon por un momento y el silenció reinó el bosque. Unos segundos más tarde los cazadores corría con temor hacía la manada mientras que cuatro tigres blancos cubiertos de sangre corría por ellos.

Stiles estaba montado en uno de ellos y dispara con precisión, en un momento saltó del lomo del tigre y aterrizó cerca de Monroe la cual subió a una camioneta y logró escapar.

- ¿Stiles?

Thomas, en su forma de tigre, se acercó al castaño mientras los lobos veían con sorpresa los cadáveres de los cazadores.

- Ellos son mi equipo y teníamos todo preparado ahora tendremos que adelantar nuestros planes por su culpa. – les dijo Stiles de manera serie mientras comenzaba a limpiar el pelaje de Thomas, los otros tres tigres se pararon a su alrededor esperando su turno.

- Yo se los dije pero no podía dejarlos morir. Lo que sí es que logramos alejarlos de la mansión por lo que Alexis y Antonio están bien. – le dijo Derek al castaño mientras tomaba un trapo húmedo y le pedía permiso a Newt para poder limpiar su pelaje, el tigre miró al castaño que asintió y dejó que el lobo lo limpiara.

- Esta bien, ahora no pueden salir de la mansión, nosotros nos encargaremos de Monroe y sus cazadores. – dijo Stiles de manera firme.

- Son demasiado, vas a necesitar ayuda. – le dijo Scott un poco temeroso.

- Estamos entrenados para acabar con muchas más personas cada uno de nosotros, podemos hacerlo solos. No necesitamos de su ayuda como vieron hoy solo nos estorbarían.

Scott retrocedió, era verdad, ellos solo había estorbado.

- Nos iremos ahora, el pueblo estará libre de cazadores para el final del día. – le dijo Stiles a Derek, quien asintió.

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Stiles sonreía de manera oscura mientras miraba a Monroe en el suelo mientras gritaba y sostenía su pierna, la cual tenía una parte arrancada. Al lado del castaño se encontraba Thomas en su forma de tigre con su hocico cubierto de sangre y se veía letal.

- Te dije que no era bueno meterte con mi manada Monroe, también recuerdo haberte advertido que habría un precio a pagar por las muertes que has causado. – se arrodillo frente a la mujer – Te dije que sería tu peor pesadilla, no tienes idea de con quien te metiste Tamora Monroe. Eres solo una sucia cobarde que solo sabe huir con la cola entre las patas, todo lo que hiciste no fue para mantener un orden solo fue porque tenían miedo y celos de los sobrenaturales así que hiciste lo que tu mentor Gerard Argent te enseñó: acabar con todo lo que temes para que no vena tu debilidad. – le dijo Stiles para después levantarse y hacerse para detrás dejando que Thomas la torturaba mientras la mordía una y otra vez.

Stiles miró eso con satisfacción, se quedó ahí hasta que el corazón de la cazadora cedió ante la pérdida de sangre y gravedad de sus heridas, mientras agonizaba lo último que vio fue la sonrisa del castaño.