[4] CCC_Viraha | TERMINADA | ©

Capítulo 16

Posterior a haberme preguntado, guardó silencio, esperando por mi respuesta y no es que estuviese considerándolo, sino que me distrajo que la piel interior de una de las naranjas lucía roja. Parece sangre, de modo que revisé que no fuera yo la que estuviera sangrando y no.

Lía se aclaró la garganta.

—No quiero ir a ningún lado —respondí convencida. Me sacudí las manos y fui a lavarme.

—No, no —se giró para verme—. Hablaba de salir por ahí... —se rascó la cabeza—. Lo que quiero decir es salir, tú y yo, como... una cita.

Lavé mis manos y tomé una toalla para secarme.

—¿Una cita? —pregunté luego de volverme hacia ella, a lo que la chica enmudeció. La miré sin mover la cabeza. Tal vez se arrepintió, ya que la expresión avergonzada no es lo que esperaba ver.

—Sí... —musitó.

—No —contesté sin más. Me volví al fregadero para dejar la toalla.

—¡¿No?!

—Tienes novio, ¿no es así? —volví a la mesa para cortar la última naranja que me faltaba.

—... —tragó saliva con evidente alivio y sonrió—. ¿Es por él? No, terminamos después del festival.

—¿Por qué? —cuestioné. Lía se encogió de hombros.

—Te digo que era un patán y estaba buscando la oportunidad para cortarlo —sacudió la cabeza—. En fin, ¿aceptas o no?

—... —suspiré. Coloqué las rodajas en el recipiente, junto con el resto—. Claro, por qué no.

—¿En serio? —inquirió con los ojos llenos de brillo y casi en un suspiro.

La miré con molestia. No quiero tener que repetir mi respuesta solo porque ella no lo comprende. Me invitó a salir, le dije que sí: ya está.

—¿Te gustaría ir al cine? —sugirió.

—No —respondí de inmediato. Ahora me dirigí a la nevera por una botella de agua.

—De acuerdo..., ¿comer?, ¿compras? ¿A dónde quieres ir?

—A donde sea, tú vas a pagar —me recargué en la nevera con la botella en las manos y bebí un sorbo. Lía enserió ante mis palabras—. No hablo en serio —dije algo sorprendida de tener que explicárselo.

Días más tarde, a pesar de que Colec aseguró que ya no estaba molesto conmigo y que, de hecho, nunca lo estuvo, igual sentía que me hablaba de manera distinta, como si estuviese esperando a que realizara mis prometidas disculpas para volver a tratarme igual que antes. Él nunca había estado tan enojado conmigo. Solo un par de veces llegó a reprobar lo que hacía y al momento me lo hacía saber, no obstante, no volvía a mencionarlo.

Han pasado dos semanas desde lo del festival y sigue con la misma actitud hacia mí.

—No pueden seguir así ustedes dos —irrumpió Fiorella en medio de la cena, en el momento preciso en que el denso ambiente comenzaba sentirse en el aire.

—Jane prometió disculparse con esos chicos y no lo ha hecho —justificó Colec.

—Han pasado nada más unos días —apunté con cansancio.

—Demasiados en mi opinión.

Dejé el tenedor, así como mi cena intacta, me levanté de la mesa y subí al ático. No entiendo por qué le ansía tanto que les ofrezca una disculpa cuando no fui la única responsable de lo que ocurrió, mismo que no fue para tanto.