El villano está embarazado!

Capítulo 100

— Gracias por aceptar la entrevista. Entonces volveré a ponerme en contacto con usted.

Mientras la reportera Park Soo-hee recogía sus pertenencias, incluido su portátil, la luz roja de la cámara se apagó. Con un final limpio, Kang Se-heon tomó aire, encontró algo de ocio y cogió su móvil. Mientras miraba los mensajes y correos electrónicos enviados a su secretaria, oyó al presidente Kang Hak-joong aclararse la garganta.

— ¿Tae-seo dijo que no quería nada?

— ¿Por qué me preguntas a mí si hablas con Tae-seo tan a menudo?

Desde el momento en que el presidente Kang Hak-joong mencionó por primera vez el movimiento fetal, Kang Se-heon se dio cuenta de la frecuencia con la que ambos hablaban por teléfono.

—Eso es algo que sólo consigo ocasionalmente cuando llama Tae-seo.

— ¿Por qué no caminas primero?

El presidente Kang Hak-joong apartó la mirada, fingiendo que se alisaba la ropa. Eso le dio la respuesta, así que no dijo nada más. Si Tae-seo le estuviera obligando a llamarle, se lo habría impedido, pero no parecía eso.

— Como sabrás leyendo libros estos días, cuando tienes un bebé, duermes mucho. Así que por si acaso......

Kang Se-heon, que estaba comprobando el mensaje, fue interrumpido. Un mensaje corto de Tae-seo. Kang Se-heon frunció el ceño mientras comprobaba el tiempo que había pasado.

Tae-seo le envió una ubicación junto con una foto.

Después de eso, no hubo más contacto, pero eso puso nervioso a Kang Se-heon. Intento llamar a Tae-seo enseguida, pero lo único que conseguí fue una voz que le decía que estaba al teléfono.

— ¿Cuándo fue la última vez que tuviste contacto con Tae-seo?

— Lo hice esta mañana. Dijo que iba a mirar productos para bebés.

El Presidente Kang Hak-joong percibió algo en la expresión seria de Kang Se-heon y respondió obedientemente.

No importa si sólo vas de compras. Sin embargo, un mensaje inusual estimuló la ansiedad de Kang Se-heon.

— Me iré primero.

Mientras Kang Se-heon salía del café, llamando a alguna parte, los ojos arrugados del presidente Kang Hak-joong escudriñaron el asiento vacío de su nieto. Estaba claro que algo había ocurrido.

El presidente Kang Hak-joong, apoyado por la secretaria que estaba a su lado, mencionó el nombre de una persona que recordaba.

— Averigua a qué esta haciendo Soo-hak.

— De acuerdo.

Puede que fuera inútil pensar en su segundo hijo en ese momento, pero no recogió las palabras que escupí.

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Cuando Kang Se-heon llegó a los grandes almacenes, fue directamente a la planta que vendía productos de bebés. Recorrió pasillos familiares que había visto a Tae-seo mientras buscaba zapatos para bebé de la foto que le mando. Y en cuanto encontró unos zapatos exactamente iguales a los de la foto, le preguntó a la empleada.

— ¿No ha venido un hombre parecido?

Era más rápido mostrarle las fotos de Tae-seo que explicárselo. Miró brevemente a la empleada y asintió con la cabeza.

— Vino. Le recordaba como alguien que venía a echar un vistazo de vez en cuando, pero hoy era un poco diferente. Me pidió que vigilara por si había alguien sospechoso.