El villano está embarazado!

Capítulo 87

La cara de Han Mi-soon se distorsionó ante la mirada severa de Tae-seo. Ya tenía la respuesta por la expresión de Tae-seo.

— Por eso me gusta Se-heon hyung. Incluso soy amigo de In-hyeok. No quiero nada más que eso.

— ¿Sabes lo que estás diciendo ahora mismo? Te arrepentirás después.

— No. Más bien me arrepiento de no haber sido capaz de transmitir con precisión mis acciones hasta ahora. Fue un error evitarlo por sentir lástima por la tía

Habría sido mejor si hubiera ido a ver a Han Mi-soon y le hubiera dicho que no se comprometería con Kang In-hyeok. No, habría sido mejor si se lo hubiera dicho por adelantado cuando se concertó el encuentro.

— Para mí, elegí a Kang Se-heon, no a Kang In-hyeok. Esa elección no cambiará pase lo que pase. Así que basta.

Gracias por tu buen trabajo hasta ahora. Sin embargo, de ahora en adelante, por favor nunca seas amable conmigo y sé amable con la nueva relación de In-hyeok. Si te desprendes de tu apego a mí y dejas un poco de lado tu codicia, todos podremos ser felices en el futuro.

Tae-seo trazó decididamente una línea, escondiendo todas las palabras en su interior. Si puedo resolver esto completamente con In-hyeok, la reunión de hoy no será mala.

— Eres tan salvaje. Oh cielos, has estado escondiendo tan bien esa cara de desvergonzada. In-hyeok fue engañado por tu cara falsa.

— Ah... ...

Tae-seo, que hasta ahora había aceptado bien la pregunta, fue incapaz de responder con facilidad. No es que se sienta culpable por lo que ha dicho...

— In-hyeok lo sabe todo sobre mí. No hace mucho, cada vez que hacía contacto visual conmigo, me fulminaba con la mirada. ¿Por qué me odiaba?

¿No lo sabía? Eso es lo que ella pensaba.

Los labios de Han Mi-soon temblaron ante la respuesta casual de Tae-seo. Parecía como si pensara que estaba tratando deliberadamente de meterse en su piel.

— ¿Estás jugando conmigo?

Tae-seo agitó la mano avergonzado al ver que Han Mi-soon escudriñaba la mesa con la mirada, con la respiración agitada.

— Aquí no hay agua.

Durante la entrevista anterior, la reportera no le pidió nada, y lo único que le quedaba era un poco en el fondo. Así que, aunque dijo que no había nada que tomar, agarró la mano de Han Mi-soon para detenerla.

Sin embargo, cuando una fuerza aún mayor sacudió su mano, su Tae-seo tocó el dorso de su mano, que estaba roja.

— La próxima vez que vengas a buscarme y me pidas que te acepte, tendrás que arrodillarte. De lo contrario, sé muy bien que nunca te voy a aceptar.

Han Mi-soon recogió el papel de la entrevista de la mesa con gesto contrariado. Cuando ella se levantó, Tae-seo se puso en pie torpemente. No había ido muy lejos, pero la estaba saludando en el lugar adecuado, así que ella lo fulminó con la mirada y se dio la vuelta. Una vez más, el sonido de sus zapatos resonó en el café, y él le dedicó una sonrisa cortés mientras se marchaba.

— No quería echarte agua encima.

En cuanto Han Mi-soon se fue, Tae-seo, agotado, se desplomó en su silla. La silla, que había sido blanda y cómoda hacía un momento, era ahora tan dura que su cuerpo estaba empapado en ella.

Pensó que tendría que experimentarlo al menos una vez, pero cuando se encontró con Han Mi-soon y hablé con ella, sentí como si tuviera una piedra en el corazón.