Shen Qingqiu

Precio de Segunda Oportunidad 3

Capítulo 3

Shen Jiu no sabía qué lo poseía. Dos años era muy poco tiempo, en comparación con todos los años que había conocido a Yue Qi y todos los años que había sufrido bajo la tortura de un demonio.

Pero esos dos años fueron los años más pacíficos que jamás haya tenido. Su mente no pudo evitar recordar las noches en que Linguang Jun entraba en silencio a su habitación para cubrir su cuerpo delgado y frío con otra manta y colocar piedras para calentar debajo de la cama. Seguía pensando en Xiao Mobei escabulléndose detrás de él para sorprenderlo, mientras comenzaba un juego de escondite por su cuenta.

Pensó en Linguang Jun, llevándole libros de los archivos del Clan Mobei y desafiando a Shen Jiu a leerlos todos con una sonrisa expectante en su rostro. Recordó haberse quedado dormido y haber sido llevado de regreso a su habitación. Shen Jiu, que solía sufrir pesadillas e insomnio casi toda su vida, ahora podía pensar en las veces que pudo caer en un sueño profundo durante su estadía en el palacio del norte.

Porque de alguna manera estaba convencido de que Linguang Jun lo protegería. Al igual que ahora, Shen Jiu se sintió seguro en los brazos de este demonio de hielo, que tenía todo el poder para terminar con su vida con solo un golpe de su mano, pero optó por envolverlo en mantas cálidas.

Saltó y empujó a Xiao Mobei hacia su tío. Respirando profundamente, Shen Jiu se paró frente al dúo de tío y sobrino, bloqueándolos de la vista de Yue Qi. Yue Qi estaba visiblemente sorprendido. Como debería. Un humano, además su amigo de la infancia estaba defendiendo a un demonio.

"Te ves bien, Qi Ge", comenzó Shen Jiu.

"Qi Ge te ha estado buscando. Durante tanto tiempo, Xiao Jiu", exhaló Yue Qi.

Sin embargo, se veía diferente del Yue Qi que recordaba Shen Jiu. Sus ojos estaban oscuros y nublados, como si toda su vida y su alma ya hubieran sido arrebatadas justo en frente de él.

"Ven aquí, Xiao Jiu. Qi Ge te salvará esta vez", dijo Yue Qi, mientras desenvainaba lentamente a Xuan Su.

Shen Jiu negó con la cabeza. "No necesito que me salven, Qi Ge. Ya no."

Se preguntó si había sido demasiado duro con sus palabras. A pesar de haber pasado décadas como erudito en el pasado, de haber escrito innumerables poemas y otras obras literarias, cuando se trataba de Yue Qi, Shen Jiu nunca parecía pronunciar las palabras correctas. Incluso ahora, Yue Qi parecía que acababa de recibir una sentencia de muerte por la forma en que los temblores en sus manos no podían detenerse.

El suelo tembló. Linguang Jun rápidamente sostuvo el brazo de Shen Jiu para evitar que se cayera. "No sé quién es, pero esa espada que tiene... se siente peligrosa. Salgamos primero.

"Lo sé", dijo Shen Jiu, apretando los dientes. Volvió a mirar a Yue Qi. "Nosotros dos... estamos mejor así. Tu noble yo en una prestigiosa secta. No hay necesidad de volver a cuidar a alguien como yo".

Este fue el adiós. Yue Qi estaba a salvo y seguiría estando a salvo en el futuro.

Linguang Jun activó el sello para abrir el portal al reino de los demonios. Shen Jiu se giró, siguiendo al demonio de hielo y a su sobrino. Yue Qi podría estar molesto. Tal vez devastado. Sin embargo, todo esto fue por un futuro mejor. Él prosperaría sin que Shen Jiu lo obstaculizara. Se cultivaría hasta la inmortalidad, tal vez ascendería a la divinidad.