Shen Qingqiu

Shen Qingqiu Y Su Sistema Humano 4

Hu Rushan caminó hasta la orilla del río en el pico Qing Jing, el agua clara que corría hacia abajo era un sonido relajante para él. El agua era el sonido favorito del sistema anterior , lo siguiente mejor era el sonido de la grava mientras caminaba sobre ellos, el crujido fue inmensamente satisfactorio.

Había muchas desventajas en tener un cuerpo humano, específicamente lo frágil y débil que era, lo sucio, maloliente y repugnante también. Su piel se lastima con tanta frecuencia, la sensación de agotamiento, el sudor. Cómo ciertas partes del cuerpo se acalambran cuando las usas demasiado, cómo necesitas consumir y beber cosas para sobrevivir, el sudor .

La sensación que más odiaba Hu Rushan era la sensación de sudar, era la peor, siempre se sentía pegajoso después. Se pregunta cómo la gente lidia con eso, porque él ciertamente no puede. Todo parece una molestia, le arroja una nueva luz sobre lo difícil que es vivir como humano.

Pero no todo fue horrible, también hay cosas buenas. Como tener sentido del olfato y del gusto. Su comida favorita es el tanghulu, un sentimiento compartido por su anfitrión, le encantaba la dulzura del azúcar y las frutas mientras se derretían en su boca. Técnicamente, es solo su favorito porque es lo primero que comió que no era una sopa de arroz insípida y aburrida.

Y estaba el olor del aire fresco que rodeaba los picos de las montañas, casi mentolado y herbal, a veces salía a caminar y fingía que estaba haciendo ejercicios de respiración solo para olerlo. Pero es sano por lo que no había motivo para dejar de hacer lo que hacía. Hu Rushan deseaba que su anfitrión viniera más a menudo; él mismo ha estado trabajando demasiado. Al menos las pesadillas se han resuelto por el momento.

Llegó a la orilla del río y se arrodilló en el suelo. El sol estaba ardiendo, brillando directamente sobre su cabeza. Se sentía como si Dios mismo estuviera tratando de asar vivo el sistema. Hu Rushan ha oído hablar de algo llamado golpe de calor, cuando hace tanto calor que el ser humano se desmaya por el simple hecho de estar demasiado tiempo bajo el sol, y espera fervientemente que no le suceda a él.

Una vez más, su anfitrión le había ordenado que hiciera la mayoría de las tareas, Hu Rushan tenía la ventaja de tener una mayor resistencia que la mayoría de los discípulos: técnicamente sigue siendo un dios, no puede ser completamente inútil después de todo, solo se necesita un sistema. si es util Pero desea que su anfitrión al menos permita que alguien lo ayude. ¿Cuántas veces tienes que barrer los campos de entrenamiento y cuánta tinta tienes que moler hasta que sea suficiente?

Hu Rushan suspiró y colocó la canasta en el suelo, agarró el primer uniforme y comenzó a lavarlo. Sus manos se sentían frescas en el agua, es una pena que no pudieran nadar en ella, lo que ayudó a aliviar un poco el dolor de tener que sentarse bajo el sol abrasador.

Mientras el pobre sistema hacía las tareas diligentemente, asegurándose de que los uniformes de los discípulos blancos y verdes estuvieran perfectamente impecables (su anfitrión le cortaría la cabeza si hiciera un trabajo a medias), no se dio cuenta de la figura que se le acercó en silencio desde las sombras. de los espesos bosques de bambú. Hu Rushan tarareó la melodía de una vieja canción que su anfitrión le enseñó.

Y luego sucedió.

Dio un salto de sorpresa cuando una mano lo agarró bruscamente del hombro y lo inmovilizó contra el suelo con la fuerza suficiente para sacarle el aire de los pulmones. La sorpresa rápidamente se convirtió en miedo cuando un cuchillo afilado se colocó instantáneamente en su garganta muy cortable. Hu Rushan tenía miedo de respirar cuando la hoja tocó su piel, sintiendo como si una vez que tragara saliva o incluso se moviera un solo centímetro, la persona no dudaría en matarlo.