Eco 2

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Capitulo 2

Incluso él, después de estar atado a una viga horizontal, con las piernas arañando el suelo, gritando mientras las oleadas de dolor lo asaltaban sin descanso, mientras los calambres aumentaban y disminuían con solo las palabras calmantes y venenosas de Luo Binghe a su lado, sintió algo, como con un empujón final, el bebé, cubierto de sangre y baba, ya tan grande y regordete, cayó en los brazos que esperaban de Luo Binghe.


Algo así como repugnancia, tal vez.

Las frías manos de las comadronas le arrancaron eficientemente la placenta, lavaron y envolvieron al niño. Shen Jiu colgaba, inerte, de la viga, con los ojos nublados y sin aliento.


La placenta fue completa. Él no escaparía de esa manera.


Una exclamación de sorpresa, mientras el bebé gemía en la noche. "Shizun", esa voz odiada murmuró con alegría, "¡mira!"


Shen Jiu quería negarse, quería nunca mirar a la abominación que se había visto obligado a llevar a término, a expulsar a este duro mundo. ¿Por qué debería tener algún amor por él, el repugnante híbrido entre un repugnante medio demonio y la repugnante escoria que había mentido para llegar a la cima? ¿Qué resultado podría haber, excepto monstruosidad sobre monstruosidad, despecho sobre despecho, fealdad sobre fealdad?


Manos ásperas forzaron su barbilla hacia arriba, forzaron sus ojos sobre el niño gordo que se acariciaba contra el pecho salpicado de sangre de Luo Binghe. Una vez que vio al bebé, no pudo apartar la mirada, y Luo Binghe le acarició la mejilla suavemente, dejando un rastro de sangre seca.


Los ojos del niño se abrieron.


No debería ser posible. No estaban relacionados con la sangre, y solo había un Alfa que podría haber engendrado a este niño.


Incluso entonces, todo lo que Shen Jiu pudo ver cuando le quitaron al niño, sin siquiera darle la oportunidad de sostenerlo en sus brazos, fueron los ojos de Qi-ge, cálidos y reconfortantes, mirándolo fijamente.


Shen Jiu pensó que su voz se había ido.


Un último grito, de ira, de traición, de negación, demostró que estaba equivocado.

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Nota de la autora:

¿Acabo de dar a entender que Yue Qingyuan murió y renació como su hijo? Mmm.

Shen Qingqiu Où les histoires vivent. Découvrez maintenant