¿Dónde estás?

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Steve

Nadie ha dado con la ubicación de Melia, mi padre no ha hecho más que insultar a una persona por celular mientras que mi madre está muy preocupada llorando mientras mira un punto fijo y murmura palabras que no puedo identificar, Dante esta a otro lado hablando con Emilio aunque se ve con Emilio no está interesado en lo que él diga, supongo que está hablando de algo que no tiene que ver con Melia.

– No sabemos la ubicación exacta de la casa de Annabeth – nos informa papá.

– Pero...no hay tan siquiera una falsa dirección o algo? Necesito saber donde esta mi hija – mamá se levanta y sale de la casa desesperada con papá siguiéndola mientras grita que se calme que la encontrara.

Ya mismo es hora de que salga y se que es más importante Melia, pero se que esta con su madre que la quiere y no la lastimaria o bueno eso es lo que quiero creer, en familia no saben que me meti al boxeo y es mejor que no lo sepan porque es algo que enserio se siente liberador, es complicado ser la persona fuerte que aparento cuando por dentro aun me siento como bambi, perdido y solo, además del voley que me permite estar en competencias grupales quise algo en donde tuviera una victoria por mi esfuerzo y eso es lo que hago. El día de hoy voy a competir con un chico de Alemania, no lo conozco porque mi entrenador nunca me permite saber quien es mi oponente antes de una pelea ya que eso me generaria confianza y si se que no es tan bueno mi esfuerzo seria el minimo cuando en realidad podroa sorprender.e asi que lo unico que se son algunos de sus movimientos y nada más.

– Yo debo salir – en mi auto ya esta mi maleta asi que solo debo ir al lugar de la pelea.

– Como siempre te vas cuando las cosas se ponen complicadas sin importarte en lo más minimo Amelia – me detiene Dante, el sabe todo lo que paso aunque ignora como me pude haber sentido yo al enterarme que mi mejor amiga y novia estaba tan enferma, no es justificación pero senti panico.

– No es que no me importe Amelia pero esta con su madre que de seguro la debe estar cuidandola más de lo que usted lo hizo en su vida – se varias cosas que sé que Dante no se ha dado cuenta pero se y he visto las veces en las que Melia ha llorado por su ausencia, a pesar de intentar estar con ella todo es doloroso al separarse.

– Cuide a Amelia como si fuera mi propia hija asi que no tienes nada que reprocharme.

– Si claro, por eso intentaba pasar dias junto a ella para después dejarla por semanas, como si esa fuera la decisión correcta – se que estaría mal golpearlo por ser una persona adulta pero tal vez un golpe es lo que necesita para comprender todo.

– Lo hacía para poder pagar su medicina – se que su empresa lo necesitaba pero es tal como en la empresa de mi papá, siempre se puede tener un tiempo para comer pero el prefería encerrarse en su oficina como si el resto de personas en su vida no existieran.

– Todas son excusas o no me diga que no recuerda cuando hablamos en su oficina? – el se queda callado, lo que me da a entender que lo recuerda exactamente al igual que yo.

– Eso no tiene nada que ver.

– Tiene todo que ver o que? Le hubiera gustado que le diga a Amelia que usted no salia del trabajo para comer con ella porque preferia verse con una mujer? – su expresion es igual a la de ese dia.

– No lo entiendes y nunca serias capas de entenderlo – pasa a mi lado, se que no quiere aceptar lo que vi ese día porque para el siempre sera el unico con la razon.

Ignoro que Emilio está ahí y salgo, debo llegar a tiempo o más bien en lo que cabe de tiempo, mi entrenador me ha estado llamando hace una hora pero lo he ignorado por estar buscando a Melia y ya no puedo hacerlo esperar más así que si o si debo llegar, no se como lograre dar mis mejores golpes si no puedo sacarme de la cabeza a Melia y de con quien estara, qué pasa si quiso regresar pero algo le paso? Y si tuvo un episodio y está en el hospital? Trato de pensar de forma positiva pero con una Amelia con su celular apagado y sin poder hallarla conlleva a estar después en el hospital.

Llego a donde es la pelea y bajó corriendo a donde ya está mi entrenador desesperado por mi llegada, puedo escuchar el bullicio de la gente apoyando a otros competidores antes de mi, por lo que escuche y estoy enterado mi pelea es al final de todas y la más esperada, ya han hecho varias apuestas.

– Steve concentrate, no quiero errores allá afuera – ignoramos como el comentarista habla sobre la pelea anterior a la mía.

– Lo siento – caliento dando pequeños golpes asegurándome de que no me de un calambre ahí fuera o me lesione.

– Lo que sea que ocurra sacalo, esto es para sacar la furia y dolor que llevas dentro – cuando comencé a entrenar con él me preguntó el motivo por el que entraba a este deporte asi que no tuve más opción que contarle, él me apoyó y decidimos enfocar toda mi ira en ese deporte como una ventaja – estas listo? – escuchamos como nombran a mi competencia.

– Si, hazme saber si marcan a mi celular dandome información sobre Amelia – le entrego mi celular.

– Lo hare, ahora sal – me da golpes en mi espalda dandome apoyo para salir con más confianza.

Al salir escucho gritos apoyando tanto a mi oponente como a mi, por las luces no puedo ver bien quienes se encuentran entre la multitud pero a quien si puedo ver esa mi contrincante, suena la campana que da por comenzada la pelea, no puedo asegurar que la pelea será difícil o dura pero debo darlo todo.

El valor de no prometer lo que no podras cumplirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora