El valor de no prometer lo que no podras cumplir

El rumbo del destino

Steve

Al ver a Melia en ese estado recuerdo las veces en las que hace años estábamos juntos y solía enfermarse, no sabia que hacer y por miedo la deje ir pero ahora no cometere el mismo error, por ser un idiota asustadiso la perdi una vez pero ahora quiero otra oportunidad para ser valiente y ser ella y yo contra el mundo hasta el final.

La escuche hablar con mi mamá sobre que saldría a vivir su vida en los últimos tres meses, creí que se refería a ella teniendo salidas por su cuenta pero ahora se que las dos veces que ha enfermado estas dos semanas han sido por culpa de ese imbécil, no quiero que se acerque a alguien tan puro como lo es ella, nadie es digno de estar a su lado y mucho menos él.

Me he preocupado por Melia durante el tiempo que nos hemos alejado aunque ella no lo sepa, siempre la tengo presente y cada que hago alguna cosa me pregunto en que me diría si ella estaría presente, de seguro se pelearía conmigo al verme tomar o fumar pero no se otra manera de sobrellevar las cosas, cuando la engañe con su amiga me sentí el peor de los idiotas pero creí que no era lo que ella necesitaba a su lado, creí no poder ser la persona que le daría las fuerzas necesarias tras cada tratamiento que se sometia, en ese entonces era muy inmaduro y le falle, como ella me lo dijo hace dias deberia pasar de página pero no puedo, simplemente no dejo de pensar en la mirada cansada y desilusionada de Melia cuando me vio con su amiga, esa era una de las miradas que mas me rompia, me mostraba lo cuan dañada estaba y el daño que le cause, con el paso del tiempo me di cuenta de que extrava todo de ella y ahora que ha vuelto intentaré reconstruir los pedazos de la promesa que le hice.

El doctor llego hace unos minutos muy preocupado al igual que todos, veo como la revisa y por su rostro se que es grave, por lo que me contaron que ocurrió la anterior semana se que Melia está empeorando demasiado, no se cuan importante es lo que sea que ella haga pero nos está matando a todos. El doctor termina de examinar y le pide a mi mamá que la cambie, yo la ayudaría pero no quiero que Melia piense mal de mí ya que tendría que verla desnuda y se que no es lo correcto.

– Steve acompaña al doctor a la puerta – pide mamá antes de cerrar la puerta dándole más privacidad a Melia.

– Vamos doctor – lo dirigo a la salida, al estar en el inicio de las escaleras el habla.

– Steve voy a ser muy honesto contigo – cada que dice eso es porque sabe que soy fuerte o bueno es lo que intento ser y sabe que la noticia que me dará intentaré tomatla de la mejor manera – sabes que la enfermedad de Amelia es muy complicada, ella sabe cuales son las consecuencias y reacciones de su enfermedad, no entiendo que trata de hacer o probar enfermandose a cada rato – se nota que el no sabe lo que Melia ya ha planeado y se que nadie lograra persuadir.

– Ella ha decido disfrutar sus tres meses de vida restante – me da una mirada de lastima – ella está harta de todo lo que ha pasado, sabes que le prohibieron hacer lo que amaba y ahora solo quiere vivir un poco, dejala vivir, se que se enfermara cada semana y cada semana tendrás que venir pero hasta que se vaya quiero que sonría, no la quiero ver seis meses triste y deprimida, prefiero saber que hasta sus últimos suspiros ella estuvo sonriente – se que es una mala opción apoyar su idea pero estare para ella pase lo que pase a pesar de que sepa que es estupido.

– Eres un buen muchacho Steve – coloca su brazo en mi hombro como señal de apoyo – se que desde pequeño la cuidabas hasta ahora, pero aun asi Amelia deberia ser mas conciente de lo que hace, a este paso ella se derrumbara en ni siquiera tres meses – por su mirada se que esta pensando en algo pero no se que es.

– Solo dejala – no puedo creer que diga esto – Amelia es muy fuerte, tal vez ahora esté haciendo tonterías pero si ella quiere acabar con todo así deberíamos dejarla – él me mira muy nervioso, no sé qué de malo dije pero él deja de verme para buscar en su celular el contacto de alguien.