Saber quien eres

7 0 0
                                    

Amelia

Días después de ese encuentro nadie me ha querido decir nada y evito a todos la mayoria del tiempo, no sabria como reaccionar al ver a Armando que ahora se es mi padre, he estado pensando mucho en cada palabra que dijo y es verdad, de pequeña sentia que se desquitaba conmigo y me daba miradas frias porque era un estorbo en su camino pero despues de hablar con mi padre fue como si todo hubiera cambiado en nuestra relacion, ese dia no por arte de magia o de los reyes magos como solia decir el cambio si no que ese dia se entero que la niña que siempre le dio su cariño y el rechazaba era su verdadera hija que por años creyo muerta, ahora entiendo que todas las veces que lo necesitaba y todas las veces donde fue como mi padre en mis presentaciones era una forma de acercarse a mi y recuperar el tiempo perdido.

Estoy tan nerviosa aunque esperaba con ansias que ya fuera viernes, el dia de hoy ire a ver a mi madre, he pensado en estos dia que podriamos hablar pero aun no encuentro un tema en si por lo que decidi llevar en un bolso todos mis albumes de fotos durante estos años para que si todo sale bien, ella pueda ver cada foto y aunque no haya estado presebte pueda ver lo feliz que soy. Se que prometí ser sincera con Lio sobre los secretos pero hay cosas que no se pueden decir todavia y esta es una de esas cosas, debo ir sola y enfrentarme a todo lo que se venga sola, debo poder enfrentarme a la relaidad y al dolor que esta podria causar.

Investigue sobre Bomm Company la noche anterior, la jefa y dueña es mi mamá, se escucha muy raro decirlo porque aunque haya llamado asi a Martina por años no es lo mismo que llamar asi a la mujer que te dio la vida, al parecer mamá se llama Annabeth Cirse Decker, no pude encontrar su apellido de soltera pero vaya que tiene un lindo nombre, estudio negocios internacionales es Stanford y ha sacado bastantes maestrias, su hijo claramente es Axel, intente buscar informacion de sus padres ya que supongo tienen gran aparicion por lo que dijo Alessandro pero no encontre casi nada más que fotos de ellos con mamá cuando eran jovenes.

Aprieto mi bolso y entro de una vez por todas, al entrar en recepcion puedo ver a una señorita hablando por telefono.

– Le estoy diciendo que la comida debio haber llegado hace diez minutos, la señora Decker fue muy clara ayer en la noche que los llamo – juega con un esfero supongo que por los nervios, al notar mi presencia cuelga el telefono y me mira muy atenta – buenos dias.

– Buenos dias, soy Adhara y busco a... – no me deja terminar ya que se levanta de su asiento y corre hadta donde yo estoy.

– La he estado esperando con ansias – empieza a caminar para que la siga – todos la hemos estado esperando – da pequeños brincos – es más guapa de lo que parecia en las fotos – dice con mucha alegria, vaya que tiene un gran entusiasmo – acompañeme – se abren las puertas del asensor.

– Disculpa pero no entiendo a que te refieres – se empieza a elevar el ascensor, por el vidrio transparente veo como todos se vana haciendo mas pequeños.

– Siempre hemos escuchado hablar de usted y de como era campeona de natación – no respondo nada a eso ya que es extraño, pasan unos segundos hasta que llegamos al ultimo piso – tu madre estará feliz de verte – salimos y puedo ver un piso entrero vacio, muy elegante por cierto, tiene distintos cuadros que se me hacen familiares pero no les presto atencion con los nervios que traigo, ella me dirige a donde esta la unica puerta – entre, la esta esperando – me sonrie y se va.

No se como hacer esto, se supone que debo tocar la puerta? ¿Qué debo decirle?, me quedo ahi parada hasta que escucho una voz muy hermosa diciendo que pase, con suma delicadesa abro la puerta y veo una oficina grande casi del tamaño de mi cuarto junto con el de Steve, esta al igual que la entrada tiene varios cuadros, camino algo torpe hasta donde esta un mueble para ver bien la distinta comida que esta en una mesita.

– No puedo creer que estés aquí – escucho la misma voz de hace rato detrás de mí, me quedó fría ya que se escucha tan cálida y está tan cerca – puedes girarte? Quiero ver a mi bella hija en carne y hueso – muerdo mi labio nerviosa y ansiosa pero hago lo que ella pide, al darme la vuelta puedo ver claramente nuestra semejanza, ella es muy hermosa y se le forman los mismos hoyuelos que a mi – Adhara – me abraza tan fuerte que me es difícil respirar pero no me quejo porque este abrazo es un abrazo distinto a todos, es un brazo de madre mezclado con amor y adoración sincera.

– Mamá – digo sin ningún tipo de dificultad, tarde tiempo en llamar así a Martina y creo que nunca podré llamar así a Estela.

– Eso meine liebe – llora sin dejar de soltarme como si cuando me suelte fuera a desaparecer – no tienes idea de cuántos años he esperado este momento, han pasado tantos años y nunca pude escuchar ni siquiera tu voz pero ahora no te dejare meine liebe – acuna mi rostro entre sus manos y me da besos por toda mi cara sin importarle las lágrimas que brotan de mis ojos.

– Mamá no tienes idea de lo difícil que ha sido todo – no solo me refiero a la soledad que he sentido si no a mi enfermedad, los ataques de pánico que he tenido y no estuvo ahí apoyándome o ayudando a respirar.

– Se a que te refieres, he estado siguiendo hace tiempo tu enfermedad – me sorprendo – Leandro incluso me contó la decisión que tomaste – peina mi cabello, ella fue la que le gritó en el celular a Leo solo que con su voz alterada.

– Perdón por eso pero enserio quiero ser feliz por unos meses – me dirige al sillón donde hace que me acueste en sus piernas y me cubre con una manta.

– Cariño se lo que quieres y no te impediré nada, solo quiero estar asi por el tiempo que tu quieras – me cubre completamente y comienza a tararear una canción de cuna – florcita de primavera trae tu luz a esta era, permite que mi corazón duerma hasta mi regreso – el ritmo se me hace familiar y cierro mis ojos para disfrutar más de esa canción, al estar dentro de mis pensamientos llega a mi un deja vu o más bien un recuerdo de yo en la misma posición solo que de pequeña y en mi cuarto de la casa familiar, esto se siente tan cálido que enserio me alegra el corazón y siento que late de felicidad.

El valor de no prometer lo que no podras cumplirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora