– Eso no vale – intenta volver a quitarmela.
– Amy sabes jugar ping-pong? – para mi esa fue la clave de saber jugar tenis, al jugar ping-pong abres tus instintos y actúas rápido hacia que lado va la pelota para golpearlo y no dejar que se golpee con la red haciéndote perder puntos.
– No – agacha la cabeza – pero puedo aprender – dice muy entusiasta acompañada con una sonrisa alegre.
– Amy... – no quiero que se lastime, yo lo he hecho muchas veces y Amy es como una muñequita de porcelana que debe ser cuidado para no romperse.
– Solo ponme a prueba, aprendo rapido y te juro que si no puedo no insisto más – me quedo pensando en si es la mejor opción, no quiero tener problemas con Armando más de los que tengo pero tampoco quiero defraudar a Amy y romper su espíritu.
– Lo intentaremos pero si no funciona dejaras de insistir eh – ella asiente efusivamente.
– Lo que tu digas – me toma del brazo para llevarme dentro del club donde están las mesas de ping-pong – entre mas antes practiquemos mejor – nos abre paso entre personas que están cruzando a las canchas mientras que cada que golpea a alguien, yo me disculpo por ella.
– Amy vamos más lento – digo frotandome el brazo que me golpee con la puerta de entrada.
– No seas lloron – me empuja dentro de la sala de juegos – ya llegamos – salta como niña chiquita hasta estar frente de la mesa de ping-pong pero al estar ahi se quita su cara de felicidad – y esto de donde se prende – se agacha a observar si no hay botones debajo de la mesa y en esa posicion recorre toda la mesa intentando encontrar alguno.
– Amy... – regresó a ver a todos lados para que nadie vea a Amy intentando prender la mesa, como no me hace caso me hacerco a dinde esta la pelota y las pequeñas paletas para jugar, las tomo y ahora me acerco a donde esta Amy sentada debajo de la mesa mirando cada esquina de esta – con esto se juega – muestro lo que necesitamos.
– Y si sabias porque no me lo dijiste – sale gateando debajo de la mesa – parecia loca intentando buscar el boton – se para y me quita una paleta.
– Amy si es un juego manual porque habría botones? – pregunto burlonamente, creí que al menos sabría esto pero tiene razón, no sabe nada sobre el tenis.
– Ya perdón – su cara se torna roja – empezemos a jugar – la escucho muy confiada asi que no quiero acabar con eso por lo que empezamos a jugar, al empezar quise dar golpes suaves pero ella empezó dando golpes duros y rápidos, intento acoplarme a su rapidez pero no se puede, en serio estoy dudando en si nunca había jugado porque lo hace como experta.
– Amy me mentiste – digo agitado tirándole nuevamente la pelota – si sabes jugar – me concentro unos segundos en ella y puedo ver una sonrisa victoriosa, obviamente sabia y solo queria mostrarmelo.
– No sabia que esto se llamaba ping-pong – toma la pelota para descansar un rato – yo lo llamaba "pelota tira a oponente y regresa" se que es un nombre algo tonto pero como ya viste soy muy buena – se acaerca a mi y me abraza de repente – me alegra que ya no te estremescas cuando te abrazo – es verdad, antes solia estremeserme hasta que toque mi brezo pero ahora todo a cambiado, yo cambie y la causa que esto es Amy.
– Esta bien señorita invento nombres a juegos, supongo que estas lista para que te enseñe a jugar tenis – ella hace un baile muy gracioso de victoria aunque por su rostro que que está cansada, tiene casi la misma mirada de la anterior vez, supongo que es el asma y no quiero que se enferme – pero te lo enseñaré otro día – deja de bailar para darme una mirada furiosa – Amy debemos continuar con la próxima salida – invento rapido una excusa, vaya que da miedo enojada. Ella al escucharlo vuelve a sonreír y toma mi brazo otra vez para salir a toda velocidad.
ESTÁS LEYENDO
El valor de no prometer lo que no podras cumplir
Teen FictionAmelia tiene una enfermedad terminal que no le permitirá quedarse por mucho tiempo así que ha tomado la decisión de no hacer promesas que no pueda cumplir como cuando ella se enteró de su enfermedad, le prometieron que mejoraría y que sus tratamient...
Pelota tira a oponente y regresa
Comenzar desde el principio