Capítulo 58

2.7K 198 27
                                    

Capítulo 58

Raven.

—¿Por qué no te tomas el resto de día libre? —Sugiere Nolan volviendo a sentarse detrás de su escritorio —Ve a casa con mi sobrina y deja que yo resuelva esto.

—No lo sé, todavía debo terminar algunas propuestas de...

Me interrumpe cuando empiezo a poner excusas —No es una sugerencia, Raven, es una orden de jefe a empleada.

—Seguro que por este tipo de cosas la gente cree que somos pareja —Supongo —Creo que nadie en esta empresa toma tantos días libres como yo.

—Esos son los privilegios de ser la madre de mi sobrina —Bromea, logrando hacerme reír —Ahora vete.

—Gracias, por todo.

—Largo —Insiste señalando la puerta y arruinando mi momento de agradecimiento.

Ruedo los ojos y salgo de su oficina de una vez por todas, mucho más tranquila que como entré hace rato, pero no totalmente. La espinita de saber que la gente habla de mí no va a desaparecer, así Nolan despida a todo el mundo (cosa que no pienso dejar que haga) eso no cambiaría nada.

Caminando por los pasillos me encuentro de frente con Esteban, quien se detiene a muy pocos pasos de mí, obligándome a detenerme también.

—¿Cómo estás? —Inquiere pareciendo genuinamente preocupado.

—¿Cómo debería estar una persona después de enterarse que todos en su trabajo hablan mal de ella? —Pregunto con sarcasmo, lo que parece avergonzarlo. Decido que él no tiene la culpa de lo que está pasando, así que guardo mi furia para otra persona y agrego —Estoy bien, hablé con Nolan y me dijo que tomara el día libre.

—Entonces ¿te vas?

—Ujum —Me limito a contestar.

—Déjame llevarte —Ofrece.

—Gracias, pero no tienes por qué hacerlo.

—Me siento mal por lo que pasó en la cafetería, déjame compensarlo.

—Lo que pasó no fue tu culpa, tranquilo.

—Si no te hubiese invitado a almorzar nada de eso habría pasado.

—Y yo no me hubiese enterado de lo que mis compañeros de trabajo piensan sobre mí.

Él guarda silencio, por lo que doy la conversación por finalizada y le dedico una sonrisa a modo de despedida antes de intentar pasar por su lado para seguir con mi camino, pero él me detiene sujetando mi antebrazo, haciendo que me gire de nuevo hacia él.

—Déjame llevarte —Repite sin soltar mi brazo.

—¿Seguro que no es mucha molestia?

—Para nada —Asegura y sopeso la idea por unos segundos.

Supongo que podría aceptar y ahorrarme el tener que pagar un taxi, después de todo, ¿qué es lo peor que podría pasar?

—Está bien, vamos.

(***)

Benson.

—¿A dónde vamos? —Lisa bailotea a mi alrededor mientras empaco algunas de mis cosas dentro de una maleta.

—¿Tú? A ningún lado.

—¿Entonces me vas a dejar sola?

—Creo que sabes perfectamente como cuidarte sola.

—¿Que no has escuchado a Raúl? —Me recuerda.

Mi querido amigo ha tenido que viajar hasta Francia para firmar un contrato con una marca de ropa, por lo que ha traído a Lisa a mi apartamento esta mañana y me ha pedido estrictamente que la cuide.

RECUÉRDAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora