Capítulo 28

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Capítulo 28

Raven.

A medida que me voy acercando a él mi paso va disminuyendo, y necesito de todo mi autocontrol para no salir corriendo de aquí. Sus ojos no se apartan de mí en ningún momento y me pregunto si me reconoce.

Aunque creo que no lo hace.

Una vez estoy lo suficientemente cerca como para hablarle pierdo toda la valentía que había reunido minutos atrás para venir a hablarle, me quedo completamente muda y, aunque lo intento, ninguna palabra sale de mi boca. Tanto mis músculos como mis cuerdas vocales se niegan a funcionar, y si no fuera porque mi cerebro necesita oxigeno estoy segura de que hubiese dejado de respirar también.

La expresión de Benson pasa de la curiosidad a la confusión, mirándome con el ceño fruncido.

—¿Quieres que la firme? —Me pregunta señalando mis manos. Escuchar su voz a menos de un metro de distancia me deja desconcertada y con el corazón sufriendo de taquicardia, por lo que me toma un par de segundos entender que se refiere a la imagen de él que aun tengo en mis manos.

Siento un pequeño dolor en el pecho y quisiera decir que se trata de un ataque al corazón o algo por el estilo, pero no es así, sé muy bien que ese dolor se debe a la decepción que siento. Decepción por que él no me reconoce.

Intento con todas mis fuerzas no demostrar lo mucho que me ha afectado, aunque es en vano ya que mis labios forman una sonrisa triste y no me queda de otra más que asentir para disimular.

—Claro, eso es lo que quiero —Contesto a su pregunta y mi voz sale algo ronca, tal vez por las ganas de llorar que tengo.

—¿Quieres que le agregue una nota? —Inquiere cuando termina de firmarla.

—Em, sí, por supuesto —Digo de inmediato pensando en la nota perfecta.

—¿Y bien?

"Perdón por no cumplir nuestra promesa" —En cuanto esas palabras salen de mi boca él levanta la mirada y me mira de una forma extraña que no puedo descifrar, y me pregunto si se ha dado cuenta ya que la persona con la que está hablando es la persona que desapareció de su vida hace años.

Pero descarto esa idea cuando lo veo asentir y escribir en la imagen lo que le he pedido.

Y otra vez el dolor de la decepción.

—¿A quién va dedicada?

—A ti —Las palabras salen de mis labios antes de que pueda procesarlas, y cuando me doy cuenta ya es demasiado tarde para retractarme.

Benson no se mueve, no dice nada, solo me mira como si toda su existencia acabara de cobrar sentido en el momento en que dije esas palabras, y sé que se ha dado cuenta. Él ya sabe quién soy.

El pánico se apodera de mí y juro que trato de mantener la calma, pero su mirada se intensifica y su silencio me agobia, por lo que no lo pienso dos veces cuando digo:

—Me tengo que ir —Y ni si quiera espero una respuesta o una reacción, solo me doy la vuelta y camino fuera de esa sala lo más rápido que puedo sin detenerme en ningún momento. Al salir al estacionamiento encuentro el auto de Nolan casi de inmediato, pero no voy hacia él, no estoy de humor para aguantar sus reproches.

Salgo del recinto de la cancha y no dudo en tomar el primer taxi que se detiene junto a mí. Le indico hacia donde quiero ir y cuando estamos lo suficientemente lejos del lugar le envío un mensaje a Nolan explicándole lo que ha pasado.

Benson.

No es ella. No puede ser ella.

Trato de convencerme de eso por quincuagésima vez, pero no lo consigo.

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