Capítulo 20

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Capítulo 20.

Benson.

Por unos segundos no logro procesar lo que está pasando, pero en cuanto lo hago empujo a Lisa lejos de mí, sin delicadeza. En ese momento siento como si todo el alcohol que ingerí anteriormente desaparece de mi sistema, dejándome completamente sobrio.

—¡¿Qué te pasa?! —No puedo evitar gritar.

Ella abre y cierra la boda sin saber qué decir, parece igual o más de confundida que yo.

—Yo... Ben no lo sé, lo siento, no quería... —No termina de hablar y veo como sus ojos se inundan de lágrimas.

Niego con la cabeza expresándole mi desaprobación por toda esta situación, y cuando empiezo a alejarme ella me sigue, pidiéndome que me detenga y que hablemos, pero yo no la escucho, sino que camino rápidamente hasta la salida del bar.

—Benson por favor, para, déjame explicarte las cosas —Me ruega una vez que estamos fuera.

Yo me detengo bruscamente y le doy la cara —¿Por qué lo hiciste?

—No es lo que tú crees, de verdad.

—¡Entonces explícame de una vez la razón por la que me besaste!

—¡Deja de gritarme! —Se altera, y es cuando me doy cuenta de que ella está derramando varias lagrimas —¡Y tampoco actúes como si hubiera cometido el peor delito del mundo, solo fue un beso!

—Solo fue un beso, pero yo no lo quería. ¡No tienes derecho a besarme sin mi consentimiento!

—¡Está bien, ya dije que lo siento!

—¡Pero no me has dicho qué mierda te llevó a hacer eso!

—Yo...

Justo en el momento en que ella va a hablar la puerta del bar se abre y Cristal sale corriendo en dirección a nosotros.

Benson, hay un problema.

Yo sostengo mi tabique, cierro los ojos y respiro profundamente, intentando obtener un poco de paciencia para todo esto.

—Yo ya me iba Cristal, no estoy de humor para soportar otro disparate más —Confieso y empiezo a alejarme de ellas dos, encaminándome al estacionamiento.

—¡Es Raúl! —Grita Cristal cuando ya me he alejado unos pasos, haciendo que me detenga.

Aprieto los puños y me giro hacia ella —¿Ahora qué ha pasado?

—Se está peleando con alguien por... bueno, es mejor que lo veas tú mismo, está hecho una furia.

Veo a Lisa darse la vuelta y regresar corriendo al bar, mientras Cristal espera alguna respuesta de mi parte. Yo exhalo por última vez antes de apresurarme a entrar al bar. Pase lo que pase Raúl es mi amigo, y si está en problemas yo no dudaré en ir a ayudarlo.

cuando me voy acercando al área privada veo que hay una masa de gente alrededor, observando la escena. Yo paso entre ella dando empujones y esquivando codazos. Cuando logro pasar a toda la gente me sorprende ver que tres de mis compañeros están sujetando a Raúl, quien no deja de maldecir al chico que se aleja a paso rápido con una cámara en la mano.

El chico lleva la camisa arrugada y el pelo despeinado, además de traer un moretón en uno de sus pómulos. Se nota que ha sido con él la pelea.

Me acerco rápidamente a Raúl quien les exige a nuestros compañeros que lo suelten, pero ninguno lo hace.

—A ver, a ver Raúl, cálmate —Le digo llamando su atención —¿Qué mierda ha pasado?

Pasa que ese maldito hijo de puta que se ha largado se ha negado a borrar la foto, eso pasa.

—¿De qué foto hablas? No entiendo.

—¡Que te han tomado una maldita foto mientras le metías la lengua hasta la garganta a Lisa y ese cabrón no ha querido borrarla! —Grita.

Mierda, no, esto no puede ser verdad. Busco a Lisa con la mirada, y la encuentro en un rincón, mirándome con preocupación. Ella y yo sabemos que esto no va a traer nada bueno.

Mierda Lisa, ¿Por qué tuviste que hacer eso?

» Sabes lo que eso significa ¿verdad? —Sigue Raúl, logrando que mis compañeros lo suelten. Yo no digo nada y él se acerca hasta donde está Lisa, quien con los ojos aguados empieza a negar con la cabeza.

—Raúl... —Empieza ella, pero él no la deja terminar.

—No vales la pena —Es lo único que dice él antes de darle la espalda y empezar a caminar lejos de ella, cuando pasa por mi lado choca su hombro con el mío, empujándome, y yo me encuentro demasiado sorprendido como para ir detrás de él.

Por su parte, Lisa también pasa por mi lado corriendo detrás de él, y yo solo puedo observarlos a los dos salir del bar.

¿Qué mierda acaba de pasar?

Raven. Dos días después.

Me despido amablemente del señor de seguridad cuando salgo del edificio donde trabajo. Lyra va a i lado mientras sujeta mi mano, y ella también se encarga de despedirse de él, sacándole una sonrisa.

Nolan me ha permitido traer a Lyra al trabajo por algunos días, mientras consigo a alguien que pueda cuidarla mientras yo no estoy. Ella no empieza la escuela hasta dentro de un mes y yo no quiero contratar a una persona cualquiera para cuidar a mi hija mientras no estoy. Así que me estoy tomando con calma y cuidado eso de buscar niñera.

Gracias al cielo mis compañeros de oficina no tienen ningún problema con que Lyra se encuentre allí, lo que me alivia mucho, lo último que quiero es molestar a los demás.

De todas formas, no estoy pasando tanto tiempo en la empresa ya que me dedico a escribir los briefing de algunas empresas pequeñas, lo que no suele tomarme mucho tiempo, así que suelo terminar temprano e irme a casa con Lyra.

Ahora estamos camino a la cafetería donde Nolan y yo nos reunimos cuando llegué a aquí por primera vez, (el cual ha vuelto nuestro lugar de encuentro) ya que él nos espera allí para almorzar. Él había tenido una reunión fuera de la ciudad, así que no nos hemos visto desde la llegada de Lyra y él insistió en que almorzáramos juntos, ya que según él quiere pasar un rato con su sobrina.

Tomamos un taxi que nos deja en la entrada del café. Cuando entramos al lugar no me toma mucho tiempo ubicar a Nolan sentado en una mesa junto al ventanal, hablando con Any.

Ella ha sido quien nos ha atendido todas las veces que hemos venido a aquí, y ha resultado ser muy linda persona.

—¡Tío! —Chilla Lyra apresurándose a llegar hasta él, quien la sienta a su lado y le da un beso en la mejilla.

—Hola —Saludo yo una vez que llego hasta ellos, sentándome.

—Han tardado muchísimo, ¿Qué estaban haciendo?

—Estaba terminando un briefing, quería dejarlo listo antes de salir.

—Bueno, yo ya he pedido por ustedes, no importa ¿Verdad?

—No, ¿Qué pediste?

Él va a contestar, pero en ese momento su teléfono anuncia una llamada, interrumpiéndolo. Él mira la pantalla de su teléfono y luego me mira a mí, algo preocupado.

No me da tiempo decir nada, ya que él contesta la llamada, y sus palabras hacen que me estremezca.

—¿Benson? ¿Qué pasa?

NA:  Nomas si quieren pueden votar, se les quiere ❤

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