Capítulo 40

3.5K 196 2
                                    

Capítulo 40

Dos días después.

Raven.

—¿Y si no le importa que Lyra sea su hija y prefiere seguir con su vida como está? —Le pregunto a Nolan, quien se está preparando un café tranquilamente.

Estamos en área de descanso se la empresa en nuestra hora libre, y yo no puedo dejar de hablar sobre Benson. Por más que lo intento no puedo sacarlo de mi mente y me está matando la incertidumbre de qué es lo que hará finalmente.

Decidí volver a trabajar a la empresa para distraer un poco mi mente de todo este lío, y por momentos logro desconectarme, pero es solo cuestión de tiempo para que Benson vuelva a invadir mi mente.

—Él no es así, no haría eso —Contesta Nolan dejando una taza de café frente a mí.

—¿Y si no me cree, incluso si decide hacerse la prueba de ADN?

—Te creerá, no te preocupes.

—Pero ¿y si no? —Insisto y lo veo rodar los ojos —¿Y si habla con China y ella lo convence de que estoy mintiendo?

Es algo de lo que más temo, que China se interponga es todo esto. Ni si quiera quiero pensar en qué hará cuando se entere de que no aborté cuando me lo pidió, incluso creo que se atreve a matarme con sus propias manos.

—Benson no se dejará manipular.

—Es su madre.

—Y él sabe cómo es ella.

—Pero...

—Raven, tranquila —Me interrumpe pareciendo cansado de que hable de lo mismo, pero es que me es imposible estar tan relajado como él —Él mismo vendrá hacia ti por respuestas —Dice y yo abro la boca para contradecirlo, pero él se apresura a agregar —Y si no viene hacia ti, entonces tú irás tras él. De una u otra manera todo va a resolverse. Solo dale tiempo para que procese todo esto.

—Ya pasaron dos días y aun no sabemos nada de él.

—A ti te tomó casi ocho años decidir buscarlo —Me incrimina —E incluso entonces te acobardaste.

—¿Crees que a él le tome ocho años aceptar a Lyra como su hija? —Inquiero y aunque es una pregunta seria -o eso creo- él se echa a reír.

—Ya estás delirando —Se burla —Creo que la ansiedad va a enloquecerte.

—Ni me lo digas —Digo tomando la taza de café para beber un poco.

—¿Por qué no hablamos de otra cosa? Así dejas de pensar tanto en eso —Propone y yo asiento de acuerdo, aunque dudo que yo logre sacar ese tema de mi cabeza.

—¿Irás mañana a ver a Lyra participa en la actividad para padres?

—Se lo prometí, ella va a matarme si no voy.

Río un poco ante su respuesta —Que envidia, yo quisiera asistir.

—Ya hubo una actividad para madres, y fuiste —Me recuerda.

—Sí, pero yo quiero ir a todas sus actividades.

—Intensa —Se ríe de mí antes de acabarse de un solo sorbo su café y dejar la taza a un lado.

—Promete que le tomarás muchas fotos y grabarás toda la actividad.

—Probablemente necesite comprar espacio en mi celular para hacer eso, pero lo prometo.

Benson.

Un día después.

—¿A dónde vas? —Me pregunta Raúl cuando me ve recogiendo mis cosas antes de que acabe el entrenamiento. Lisa, quien está a su sentada a su lado en la banca, me mira también interesada en la respuesta.

Raúl sigue en reposo, por lo que todavía no puede hacer ejercicio, pero insiste en venir a ver los entrenamientos para no aburrirse en casa, y esa es la razón por la que él y Lisa están aquí.

—Tengo que ir a ver a Lyra —Contesto de forma indiferente.

—¿Ya tienes los resultados? ¿sabes si es tu hija? —Esta vez es Lisa quien pregunta.

—No, aun no.

—¿Entonces?

—Le prometí que iría a una actividad que tiene hoy en la escuela —Confieso terminando de guardar todo en mi bolso y dándoles mi atención. Los dos me miran con cara de extrañados —¿Qué?

—Nada —Contestan al unísono de una forma cómica.

—¿Y por qué me miran así?

—¿Así cómo? —Pregunta Raúl fingiendo estar desentendido.

—Ay, bueno, lo digo yo —Se rinde Lisa —¿No crees que estás relacionándote mucho con... la niña?

—Bueno, técnicamente solo la he pasado tiempo con ella a solas una vez.

—Y ahora irás a una actividad en su escuela —Agrega Raúl.

—Sí, ¿qué hay con eso?

Ellos comparten una mirada significativa y luego vuelven a mirarme.

—¿Qué pasará si es resulta no ser tu hija? —Inquiera Lisa y no se me ocurre nada para contestar —Ahí está, creo que te estás adelantando demasiado suponiendo que sí es tu hija.

—No supongo nada.

—Pero ruegas para que los resultados salgan positivos —Afirma y el que tenga razón me hace enojar.

—Eso no es cierto —Miento.

—No estás pensando en la posibilidad de que sea hija de otro —Continua y tengo que apretar la mandíbula para no maldecir.

—Le prometí que iría a verla hoy.

—Sí, y también le prometiste enseñarle a jugar futbol, ver sus películas favoritas juntos y un montón de cosas más —Me recuerda lo que le conté —¿Y qué pasará si el resultado es negativo y tengas que desaparecer de su vida? Porque dudo que quieras ser parte de la vida de la hija de tu ex.

Permanezco en silencio por unos largos segundos, analizando cada una de las palabras de Lisa, preguntándome si tiene razón o no, si debería hacerle caso. Sé que ella solo se preocupa por mí, y es un sentimiento sincero el que viene de su parte, por ello debato conmigo mismo en si empiezo a cuestionarlo todo.

—Creo que lo atontaste —Escucho a Raúl decirle a Lisa, recordándome donde estoy y sacándome de mis pensamientos.

—Mira, Ben, yo solo quiero evitar que te encariñes con ella y luego salgas lastimado cuando las cosas nos sean como quieres —Aclara ella y me obligo a forzar una sonrisa.

—Lo sé, y no te preocupes, no voy a encariñarme —Digo, pero de hecho ya lo estoy.

Porque, en otra situación ajena a esta, me hubiese encantado tener una sobrina como Lyra. Solo que ahora no quiero que sea mi sobrina, quiero que sea algo más.

—Irás de todas formas, ¿cierto? —Inquiera Raúl.

—Se lo prometí —Repito porque para mí es razón suficiente para ir, debo cumplir mi promesa.

—¿Quieres que te acompañemos?

—¿Tu contusión cerebral te permite viajar tan lejos? —Me burla es una clara respuesta "no".

—Te sorprenderían las cosas que puedo hacer incluso con una contusión —Dice de forma socarrona y le lanza una mirada a Lisa.

—Vaya, no quiero saber el trasfondo de eso —Digo captando un doble sentido en sus palabras. Tomo mi bolso del banco y me lo cuelgo en el hombro —Solo por favor, Lisa, no vuelvas a romperte la cabeza, dudo que soporte otro golpe. Con lo tonto que está.

—Graciosito —Dice ella.

—Ah, y usen protección —Empiezo a caminar alejándome de ellos.

—Lo dice el que probablemente tiene una hija rondando por ahí.

—¡¿Quieres gritarlo más fuerte?! Creo que no te escucharon en China.

Él simplemente se ríe y yo termino de alejarme completamente de ellos.

NA: Voten y se me cuidan beibes. 

RECUÉRDAMEWo Geschichten leben. Entdecke jetzt