Capítulo 28

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—¿Tienes sueño? —Le preguntó Jungkook, terminando de subir las escaleras al segundo piso tras la cena.

La casa estaba completamente en silencio a excepción de ellos dos hablando y riendo; HyeSung estaba más que dormido, así que se aseguraron de caminar con cuidado al pasar su habitación y cerrar la de Taehyung.

—No realmente, ¿por qué? ¿Quieres hacer algo? —El mayor tomó su pijama de abajo de su almohada y empezó a quitarse la camisa sin mayor pudor.

—De hecho... ¿Sabes? La primera vez que me preguntaste si quería dormir aquí, contigo, no quise porque tu habitación no está cerca de la de invitados y tenía miedo de que si Hye llorase no lo escuchase y no pudiera ir a cuidarlo... —Empezó, sentandose en el borde de la cama—. Aunque, ahora que lo pienso, quizás no está tan mal para hoy.

El tono juguetón de Jungkook hizo que el pelinegro detuviera sus movimientos, dejando la camiseta ligera de pijama a medio poner por sus hombros y dedicándole una mirada inquisitiva, quizás un poco sospechosa, también.

La sonrisa maligna de Jungkook tampoco ayudó a quitarle las ideas de la cabeza a Taehyung.

—Y —continuó Jungkook, inclinándose hacia atrás en el colchón para poder ver a su pareja en todo su esplendor—, tus padres no van a volver hasta tarde, ¿no?

—¿Qué estás insinuando, Kook? —El pelinegro se terminó de poner la camisa y se acercó al chico, inquisitivo, pero igualmente juguetón, queriendo tentar hasta dónde podría llegar el descaro de Jungkook.

—No estoy insinuando nada, sólo digo —se encogió de hombros, restándole importancia y subiendo sus pies al colchón—. Hoy me he puesto calcetines para dormir. ¿Es eso una indirecta lo suficientemente directa?

Los ojos del mayor bajaron de su rostro a sus pies y de nuevo a su rostro luego de comprobar lo que le decía, soltando una carcajada entre incrédula y animada por la ocurrencia de Jungkook.

—¿Sabes que puedes decirme si quieres que te vuelva a hacer una mamada, verdad? —Enarcó una ceja, de buen humor, y la sonrisa de Jungkook lo hizo sentirse todavía más feliz.

—En ese caso, quiero que me vuelvas a hacer una mamada y que me folles —concluyó con seguridad, enredando sus manos en la nuca de Taehyung y atrayéndolo para besarlo, dejándose caer finalmente de espaldas contra el colchón con el pelinegro sobre él, que soportó su propio peso en sus codos y rodillas mientras su boca exploraba la contraria.

Taehyung había cerrado los ojos al momento de sentir los labios contrarios, perdiéndose en la química y la electricidad por todo su cuerpo, el cosquilleo en su estómago que podrían ser mariposas, pero él estaba seguro que eran una jauría de palomas aleteando en sus entrañas.

Jungkook enredó sus piernas en su cintura y Tae no dudó en llevar una de sus manos a sus muslos, acariciando su piel por debajo del short de pijama que llevaba. Puso todo su peso en su otro brazo para no caer sobre el peliazul, suspirando con placer por su destreza al besarlo, sus delicadas caricias en su nuca y su iniciativa en todo aquello.

Se le hacía raro, en cierta medida, ya que sus acercamientos sexuales nunca se habían dado por petición. Hasta entonces habían sido cosa del momento, un par de besos y caricias que subían de tono en el momento adecuado, en la soledad de su cuarto o con el ánimo correcto para acabar llegando al orgasmo juntos.

—¿Quieres llegar hasta el final? —Preguntó Taehyung al separarse un poco de los labios contrarios, su mano aún recorriendo la tersa piel del chico.

Podía sentir los finos vellos de su muslo al hacer el camino de vuelta tras llegar a su rodilla. Llegaba a la mitad de su muslo y volvía a bajar, repitiendo el movimiento de forma pausada, acariciando la zona interna y la externa, subiendo de más para tentarlo y luego volviendo a alejarse de su pelvis.

Tik Tok Tae! [kth + jjk]Where stories live. Discover now