—¿Qué?

—Hyesung —repitió de forma lenta—. Tu hijo.

El menor tardó un instante en responder, pero cuando lo hizo Taehyung sintió el el aire volvía a entrar a sus pulmones:

—Estoy bien, Tae —aseguró, sacando su mano de debajo del edredón para acariciar la de Taehyung—. Puedo recordarlo.

El mayor sonrió un poco y sacudió la cabeza: —Me preocupaba que la charla de anoche te hubiera afectado mucho. ¿De verdad estás bien?

Jungkook se enderezó, sentándose en la cama aún algo adormilado.

—Estoy bien, en serio. No estoy teniendo una crisis, pero haber traído esos recuerdos me hace sentir sensible y cansado —admitió con un suspiro—. Me hace sentir que tengo que sobreproteger a HyeSung para evitarle cualquier daño. Aunque debo controlarme porque eso puede ser tan dañino como desentenderme de él.

—Dime si hay algo que pueda hacer por ti, ¿sí?

El peliazul asintió y Taehyung le dedicó una sonrisa antes de inclinarse y darle un beso en la frente.

—Vístete y baja a desayunar, cielo —le dijo antes de levantarse y coger su ropa para salir de la habitación.

Le dedicó una última mirada a Jungkook, viendo cómo se estiraba y se levantaba de la cama para ir a abrir la persiana y que entrase la luz. Taehyung se visitó en el baño y bajó un rato después, viendo la habitación de invitados cerrada y su habitación con la ventana abierta, ventilandose y la cama acomodada.

Lo único que se escuchaba en el primer piso era el televisor encendido. El pelinegro se encontró a HyeSung jugando con su abuelo y a Yoosang en el sofá, apreciando la escena con ternura.

—Es encantador —dijo la mujer cuando notó a su hijo en la entrada del salón.

Taehyung sonrió, de acuerdo, y se acercó para sentarse a su lado antes de responder:

—Lo son. Soy afortunado de tenerlos —susurró, su corazón encongiendose un poco al siquiera pensar que hace un par de meses Taehyung ni siquiera podía imaginarse ese sentimiento tan enorme de amor y devoción, de familia.

Que si no hubiera sido por una casualidad, una probabilidad de uno entre un millón de haber encontrado ese video en Tik Tok y haber sentido curiosidad al respecto, Taehyung nunca habría conocido a Jungkook ni a HyeSung. Nunca se habría enamorado ni se habría sentido tan lleno, tan feliz y completo.

—Soy demasiado joven para tener claro algo como esto, ¿no? —Le preguntó a su madre en voz baja.

—¿Esto?

—Ser padre... Quiero a Jungkook. Estoy convencido de que me estoy enamorándome de él y de que lo voy a seguir haciendo por mucho tiempo. Pero incluso si en un futuro esto acaba... aún quiero esto. Ser un padre para HyeSung. Ser un amigo para Jungkook...

Ser un amigo. Dudaba que ellos hubieran pasado por la etapa de amistad. Su romance pareció iniciar desde el principio: una conexión especial que los unió.

Taehyung ni siquiera quería pensar en dejar de querer a Jungkook. A inicios de verano ni siquiera imaginaba esa situación, ni esos sentimientos. Y, en ese instante, no quería imaginarse un futuro sin ellos.

—Eres joven, sí —confirmó Yoosang con un asentimiento firme—. Pero también eres un buen chico, Taehyung. Responsable, amoroso... Y si esto te hace feliz, si ellos te hacen feliz, entonces no te preocupes por el futuro, porque ya llegará. Mejor concéntrate en el presente y disfrutalo, para que dentro de unos años no tengas ni un arrepentimiento.

Tik Tok Tae! [kth + jjk]Where stories live. Discover now