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─ Nee Naruto ... - llamaba la chica mientras movía a su amigo delicadamente para que despierte – Oh, esto fue más fácil que otros días.
El rubio no había podido descansar en toda la noche por los nervios que lo atormentaban - ¿Saldrás ya? – su voz parecía la de un zombie, cosa que hizo gracia a su amiga.
─ Quisiera calentar un poco antes de la competencia, ya dejé el desayuno listo – se acercó para darle un abrazo fuerte al Uzumaki – Lo siento por no poder ir juntos...
─ No te preocupes Ika-chan, yo también me tomaré un tiempo – habló con una sonrisa adornando su rostro.
Poco tiempo pasó para que la chica saliera corriendo a los campos de entrenamiento donde pasó un buen rato entrenando junto a varios recuerdos de como se formó su equipo, aquello la agobiaba, pero a la vez la hacía más fuerte.
Ya había pasado un buen rato cuando se percató de la presencia de alguien a sus espaldas – ¿Por qué no sales? Estar ahí parada sin hacer nada debe ser cansado ¿No crees?
Aquella persona que estaba oculta simplemente se asustó al saber que la habían descubierto – Vamos, yo no te tengo odio alguno ... Hinata.
─ Di disculpe Ikari-san – dijo mientras hacía una reverencia ante la falta – So-solo quería observar ... No qu-quise interrumpirla.
Era una imagen tierna cuando la chica estaba, no lo iba a negar, pero aquella timidez hacía que Ikari se sintiera algo incomoda – Este no es tu campo de entrenamiento – al escuchar eso, la Hyuga pensó todas las consecuencias que podía sufrir por parte de la Hatake – Dime ... ¿Estás aquí por él?
─ ¡Qu-qué!
─ Vamos ... las miradas son algo que no se pueden ocultar Hinata – la peli azul no tardó en ponerse roja por aquella acusación – Aunque él aún no se da cuenta, es algo lento – bromeó.
─ ¡N-NO ES LO QU-QUE ESTÁ PENSANDO! – gritó alterada para esconderse detrás de un árbol – Na-naruto-kun ... yo no estoy ...él no me ... - empezó a tartamudear, bajo la risa algo triste de la otra.
─ Yo nunca dije su nombre ...
Hinata no tardó en reaccionar asombrada al descubrirse ella misma, pero de inmediato agachó la mirada – L-lo siento ... sé que ustedes ...
