Lunes, 12 de junio de 2023
No tener que madrugar, se me hacía raro. Llevaba trabajando y estudiando desde los dieciséis años y no estaba acostumbrada a estar en cama después de las ocho de la mañana.
Me estaba estirando entre las sábanas y disfrutando de mi momento cuando entró un mensaje en mi móvil.
Alargué el brazo para cogerlo en la mesita de noche y miré la pantalla, todavía con la vista borrosa.
Álvaro:
¡Buenos días, Aisha!
Espero que hayas descansado bien.
Me gustaría invitarte a comer, si quieres, claro.
Un saludo.
10:33
Después de lo que sucedió la otra noche, era reacia a tener amistad con Álvaro, desconfiaba de sus intenciones. Tenía miedo de que quisiera propasarse conmigo. Todos los días salían noticias en la televisión sobre abusos a chicas.
Desde que terminé la universidad solo trabajaba en el restaurante por las noches. Los viernes y fines de semana, en turno partido, así que le eché valor al asunto y decidí a contestar sin titubear.
Aisha:
¡Buenos días!
Estoy todo lo bien que se puede estar,
después de haber trabajado ayer todo el día.
Espero que tú hayas podido descansar mejor que yo.
Y con respeto a comer... No sé si será buena idea.
10:34
Álvaro:
¿Y por qué no?
Si es por lo que sucedió,
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Aisha
Romance¿Cómo sería tu vida si llegases a un nuevo país donde desconoces el idioma y sus costumbres? La historia de Aisha comienza cuando está a punto de cumplir seis años y cruza el estrecho en una patera junto a su madre. En Málaga, y con mucho esfuerzo...