─ Se me pasó el tiempo, Sasuke – dijo la menor apartando delicadamente la mano de su mejilla y dando un ligero beso en ella – Arigato, Neji – dijo brindándole una sonrisa – agradezco que te preocupes por mí, pero debo regresar – sus manos fueron separadas sintiendo ambos el frío chocar – Tu deberías hacer lo mismo, no quisiera que te pase nada.
─ ¿Ya? – insistió el pelinegro de mala gana, haciendo rodar los ojos a su amiga y Neji por su parte no tardó en fruncir sus cejas de la molestia.
─ Ve con cuidado – la Hatake solo asintió para ir corriendo en dirección a la casa del Uchiha, jalándolo de la mano cuando pasó por su lado.
─ ¿Qué tanto hacían? – quiso sonar tranquilo y desinteresado, pero su molestia era notoria cosa que sacó una risa de la contraria – No estoy haciendo bromas Ikari
─ Es muy divertido verte en ese plan, Uchiha – ambos habían llegado ya a la casa y era él quien se encontraba abriéndola para dar pase a su amiga – Solo estaba entrenando y me encontré con un amigo – dijo ya dentro de la casa y brindándole una sonrisa, gesto que no fue devuelto - ¿Enserio te molestaste?
─ Tu mejilla – fue lo único que soltó, ella de manera disimulada trató de taparla con su cabello, pero ya era tarde - ¿De esto hablaban?
─ Oye ¿Nos estabas escuchando? – trató de desviar el tema, pero no fue posible y solo soltó un suspira para hablar – Sí, de esto hablábamos ... ya te imaginas que pasó después de despedirme de ustedes.
─ No debiste ... debí inventar algo para que no vayas – se culpaba el Uchiha apretando sus manos, era la segunda vez que la veía con una marca en su rostro y aun recordando que en el pasado le prometió que nadie más le pegaría – Perdón ... debí ...
─ Solo hubieras atrasado el plazo del golpe, no tienes la culpa Sasuke – interrumpió ella acercándose a la cocina a preparar la cena – Para mañana habrá desaparecido, te lo aseguro – ahora le había lanzado un tomate esperando que al menos con eso cambiara de cara, cosa que logró a duras penas.
─ ¿Tengo que soportar a tu padre como sensei sabiendo el terrible padre que es? – preguntó el chico devorando aquel tomate rojo.
─ Mejor cambiemos de tema, pensar en el me retuerce el estómago – dijo de mala manera y así fue como ambos después de un rato terminaron su cena y pasaron a descansar como lo había hecho desde que eran unos niños.
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─ Vamos come – regañaba una azabache al Uchiha quien se negaba a comer por ordenes de su ahora sensei – ¡SASUKE COME DE UNA BUENA VEZ !– sus ojos color escarlata demostraban enojo y firmeza, cosa que hizo dudar al chico quien empezó a comer velozmente – Muy bien, ya me lo agradecerás después.
