ʟɪᴛᴛʟᴇ ꜱᴜɴꜱʜɪɴᴇ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ

☼ 11 ☼

Esta semana no estuvo yendo muy bien para nuestra pequeña protagonista. Para empezar, se acababa de enterar que cancelaron la serie por la que estuvo meses obsesionada. Pasó toda la tarde envuelta entre sus mantas, llorando.

Luego, el martes, en clase de geografía, había sentido la necesidad de ponerse los auriculares, ya que estaba teniendo una sobrecarga sensorial. Pero, ni bien lo hizo, la profesora le llamó la atención.

─Señorita, quitese los audífonos, estamos en clase.─ Al ver que Chaeyoung no respondía y seguía jugueteando con sus lápices, se acercó a su mesa y golpeó la superficie de esta con un pesado libro, cosa que espantó a Chaeyoung. La mujer le quitó los audífonos, bastante fastidiada.─ Tendré que confiscártelos. Tus padres deberán venir a buscarlos. No puedes usarlos en clase, no en la mía.

Y por el resto del día tuvo que aguantarse las ganas de salir gritando del salón cada vez que sus compañeros hacían demasiado ruido o la molestaban. Por suerte Somi estuvo ahí, ayudándole a relajarse.

También, el miércoles, le habían llenado el casillero con cascabeles, los cuales se cayeron por todos lados al abrir la puerta, haciendo un ruido del mismísimo infierno. Todos los que estaban a su alrededor empezaron a reír, salvo Momo, quién amenazó a todo aquel que se había atrevido a soltar la más mínima risita. Eso animó a Chaeyoung.

Ayer, jueves, Somi y Momo habían faltado, por lo que se mantuvo todo el tiempo que pudo pegada a Hoseok. En medio del almuerzo, un chico, el cual J-Hope reconoció como Jackson, pasó detrás de ella y "accidentalmente" derramó un batido sobre la espalda de Chaeyoung y luego, para completar, un plato de puré de papas. Eso definitivamente la hizo perder la cabeza. Comenzó a pellizcarse a sí misma mientras su amigo se enfrentaba a aquel chico. Más encima, Jackson se disculpó diciendo que no era su intención y Chaeng, con su gran corazón, lo perdonó.

Hoy esperaba que fuera un mejor día. Toda la semana la estuvo pasando como el demonio y, tal vez, si el universo estaba de su lado, hoy podría relajarse sin miedo de que la molestaran.

Todos sus amigos estaban ocupados hoy, haciendo diferentes actividades escolares, por lo que Chaeyoung decidió refugiarse en la biblioteca, el lugar más tranquilo en la escuela. Buscó un rincón en donde sentarse y, una vez allí, decidió ojear un libro que tomó de la sección de arte y se puso a analizar las obras que allí mostraban.

Claro, no todo podía ser tranquilo para la pequeña Son Chaeyoung. Al cabo de unos minutos, la castaña escuchó algunos pasos ir hacia ella. Levantó la mirada, con la esperanza de que fuera alguno de sus amigos, y se encontró con la japonesa de cabello y ojos negros. Claro, venía acompañada de los dos chicos que siempre iban con ella: Bambam y Jackson, quienes habían metido a la pequeña en el retrete.

Chaeyoung miró a la japonesa con una pequeña sonrisa, recordando lo que había hecho por ella la vez pasada. Mina notó esto y volteó la mirada hacia otro lado, algo ruborizada.

─No me veas así, basurita.─ La sonrisa de la menor se desvaneció lentamente al escuchar la hostilidad en el tono de voz de Mina.─ Lo del otro día fue para molestarlos a ese par, no para ayudarte a ti.

─C-creí que podríamos se-ser amigas. ─Chaeyoung bajó la mirada algo triste. La culpa comenzó a llenar el pecho de la mayor, pero se mantuvo firme.

─Creístes mal. ─Se dió vuelta, dispuesta a irse, pero se detuvo al escuchar la voz de Chaeyoung hablarle nuevamente.

─Creíste. ─La corrigió. Mina rodó los ojos y siguió su camino, dejando a Chaeyoung con un montón de sentimientos sin definir. No sabía qué pensar sobre ella ahora.

Jackson, quien seguía viendo a Chaeyoung, sonrió maliciosamente y escupió sin piedad:─ ¿Tú? ¿Amiga de Mina? Ni en un universo alternativo en el que tu fueras normal.

Chaeyoung, con el corazón partido en pedacitos, corrió lejos de allí y se metió en los baños, encerrándose en uno de los cubículos. Las lágrimas comenzaron a escapar de sus ojos, sin poder siquiera contenerlas. Se sentía frustrada, enojada, triste. Todo a la vez ¿Por qué Mina actuaba tan cruel después de haberla defendido? ¿En serio nunca había sido para ayudarla?

Chaeyoung sollozó en silencio dentro del cubículo, sintiendo cómo el dolor se apoderaba de su pecho. La traición de Mina la había golpeado con fuerza, dejándola con un sinfín de preguntas sin respuesta. Se sentía perdida y confundida, incapaz de entender por qué alguien que había mostrado un destello de bondad ahora la trataba de manera tan despectiva.

Mientras Chaeyoung luchaba contra sus emociones abrumadoras, escuchó un suave toque en la puerta del baño. Levantó la vista y vio a Somi asomándose por la abertura del cubículo, con una expresión preocupada en su rostro.

─Chaeng, ¿estás bien?─ preguntó Somi, su voz llena de compasión. ─Te estaba buscando y vi lo que pasó allá afuera. No le hagas caso a Mina y a Jackson. Ellos no saben lo que dicen.

Chaeyoung dejó escapar un sollozo más y salió del cubículo, abrazando a Somi con fuerza. En serio necesitaba alguien con ella a su lado en ese momento.

─Somi, no entiendo qué pasó...─ dijo Chaeyoung entre sollozos. ─P-pensé que Mina y yo podríamos ser a-amigas, pero ahora... ahora no sé qué pensar...

Somi acarició la espalda de Chaeyoung, haciendo patrones repetitivos sobre la misma, mientras la consolaba. ─A veces las personas actúan de manera extraña o hacen cosas que no entendemos─ dijo. ─Pero eso no significa que sea tu culpa. Tal vez Mina está pasando por algo que no sabemos y eso la hace actuar así. No tienes que aceptar su comportamiento, pero no dejes que te hunda.

Chaeyoung asintió, sintiéndose reconfortada por las palabras de Somi.