Capitulo 30. De vuelta a casa

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Dos días después...

Según dijo Jhon hoy se debe de dar el cambio y tengo que ver a mi hija en su forma humana. Solo saben lo que es el equipo médico y cuatro personas más. El padre de Jhon, su pareja y Damian y Ari.

Ninguno de ellos revelará el secreto. Han hecho algo con magia, no me lo han explicado bien, pero no queremos que nadie dañe a Bella.

Me levanto de la cama, todavía ando un poco dolorida pero es normal, Jhon me ha estado dando un poco de su sangre para sanar antes. Al principio pensé que sería desagradable pero la verdad es que no fue tan feo como pensaba.

Me acerco a la cunita, veo como se remueve e inmediatamente la destapo. Ya es un bebé normal! Sonrío y la cojo entre mis brazos, su piel es blanca y su escaso cabello es dorado como el sol. Sus ojitos permanecen cerrados. Aún así es un ser de luz nunca ví algo tan bello en este mundo y es parte de mi. Algo bueno a salido de mi!

— Es tan bonita como su madre— dice Jhon a mi espalda, seguidamente me abraza por detrás y deja un beso sobre mi cuello.

— Que bueno que estén los dos aquí, ya veo que mi ahijada está despierta, he de decir que es perfecta será la Luna perfecta para mí hijo—

— Luna? Hijo? Que sandeces estás diciendo Damian— dice Jhon irritado.

— Estoy seguro de que mi Ari lleva un mini yo dentro, no veas las veces que ella y yo lo...—

— No necesitamos detalles! Además ella es la futura Luna de mi Manada, no empieces con tus paranoias—

— Basta, ya dejen de gruñir van a asustar a Bella, déjenme sola para que me pueda vestir y nos iremos a casa—

****

El viaje en avión ha sido un poco pesado, hoy el vuelo ha estado cargado de turbulencias y si a eso le sumamos que Damian estaba paranoico con que el avión iba a caer... Qué haría el mundo sin su belleza! Qué sería de la pobre gente sin poder admirarlo... Lo quiero mucho pero su ego llega más alto de lo que lo hace el avión.

No me puedo creer la seguridad que ha montado Jhon, creo que así llamamos demasiado la atención. Entiendo que Bella es especial pero no es algo que se pueda ver a simple vista y gasta que no llegue su transformación nadie debería sospechar nada.

Bueno al menos pueden pensar que se trata de un padre primerizo tratando de proteger a su bebé.

Pasamos unas dos horas en el coche hasta que llegamos a la Manada, todo el mundo está en la calle, eso no se si debe asustarme o alegrarme.

Deben de estar esperando para conocer a Bella, bajo del coche y Jhon coge a Bella. Todo el mundo se acerca a mi y me abraza.

Esto si que me parece raro, creía que este recibimiento era por la niña pero es por mí, todos están felices porque soy su Luna.

Jhon se acerca y destapa la carita de Bella, todos miran asombrados.

— Os presento a vuestra futura Alfa— dice Jhon en voz alta.

Todos se arrodillan y agachan su cabeza en señal de sumisión, en serio es necesario que hagan eso, no es algo que me guste, nadie debe humillarse así.

Aunque ellos no lo vean como una humillación, claro está. Supongo que todavía me debo acostumbrar a todo esto.

Después de un rato pasamos al interior de la casa, allí nos recibe Nana emocionada, pide cargar a Bella y Jhon se la entrega pero antes de dársela pide mi aprobación con su mirada.

Claro que le dejo a mi hija, ella es una de las mejores personas que he conocido aquí, le confiaría mi vida.

Pasamos la tarde tranquilos en el jardín de la casa, Damian y Ari han prometido volver en los próximos días, quieren que mi hermano conozca a su sobrina y yo también tengo ganas de volver a verlo es un niño muy dulce.

— Jhon crees que deberíamos decirle a Nana sobre la condición de Bella—

Jhon se da la vuelta y me mira fijamente.

— No, la verdad es que no. No me gustaría que la torturan para sacarme información. Cuanto menos gente lo sepa...—

— Entiendo—

Me arropo y cierro los ojos, me quedan dos horas para que Bella se despierte llorando como una loca. Parece como si nunca se sintiese saciada, si sigue así no bastará con mi leche para alimentarla.

****

Hoy es el día de la presentación de Bella, ya ha pasado un mes desde que nació y sigo enorme, mi barriga apenas ha desaparecido y también tiene estrías. Me siento fea y gorda.

Me siento agotada y a menudo sobrepasada, Nana ha explicado que muchas mujeres les pasa lo mismo que a mí. Supongo que solo es hasta que me acostumbré o que Bella vaya creciendo.

He decidido que voy a hacer algo de deporte, se que no puedo defender a mi niña como lo puede hacer Jhon pero aún así ya no quiero ser débil nunca más.

— Jhon voy a entrenar con George—

— Qué? No...—

— Por qué no?— pregunto levantando una ceja.

— Por qué yo te puedo proteger—

— Es que no es eso, quiero sentirme útil y no depender siempre de ti—

— Vale, entiendo. Yo mismo te entrenaré—

— No, tu no serías imparcial. Quiero que me entrene alguien que no le importe si caigo al suelo de un golpe o dos—

— George te debe lealtad, no te dañará  o lo has olvidado—

— Mmm... Bueno llamaré a Damian entonces—

— No eso sí que no, todos menos el—

Comienzo a reír y lo dejo en la entrada de la casa frustrado mientras yo me dirijo a por el teléfono.

— ** Damian tu podrías entrenarme para ser más...**

— ** Más como yo! A qué si**—

— ** No Damian, más fuerte quise decir antes de que me interrumpieras**—

— **Bueno si tú lo dices! Mañana podremos estar allí**—

Cuelgo el teléfono y veo a Jhon con el ceño fruncido, me acerco y lo abrazo dulcemente. El me separa de su cuerpo amablemente.

— Estás enfadado—

— Tu que crees?—

— Mmm.. Nana ha salido a darle un paseo a Bella, no vendrá hasta dentro de dos horas. Se me ocurre como puedo compensarte...—

Jhon sonríe con picardía, se acerca a mi y me coge en brazos. Yo sola me he metido en la boca del lobo.

Ella es humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora