Capitulo 24. Decepcionada

25K 2.1K 78
                                    


Qué esperaba sinceramente, qué después de un mes alejados me recibiera con los brazos abiertos? Qué se lanzará a mí y me besara con pasión?

Pues si, la verdad es que si, y nada de eso pasó. La indiferencia fue patente durante todo el encuentro. Solo un cómo estás? Y con el cachorro todo bien? Esas fueron las únicas frases que pronunció en toda la tarde.

Estoy en mi dormitorio bueno nuestro dormitorio, no estoy segura de que el vaya a dormir está noche conmigo y de quién es la culpa? Está claro que mía.

Hoy cuando lo he vuelto a ver he sentido un sin fin de emociones y me he dado cuenta de que lo que siento por el es amor. Pero porque tiene que ser todo tan difícil, porque no puedo ser como él y gestionar mis emociones de otra manera.

Ari me ha explicado que al haber sufrido tantos abusos y durante prácticamente toda mi existencia, siento la necesidad de escapar, de volar de hacer cosas por mí misma, y lo mejor de todo es que creo que tiene razón.

He salido de estar bajo el yugo de hombre para cambiar a otro. En este caso no es igual pero no puedo evitar sentirme prisionera de nuevo y además ahora esta el bebé que viene en camino. Siento que no soy dueña de mis decisiones ni nunca lo he sido.

Escucho unos pasos en la puerta de la habitación, la persona que se encuentra tras la puerta no se mueve, me levanto y me dirijo hasta la puerta, la abro y veo a Jhon voltear y caminar en otra dirección.

— Jhon, espera no te vayas—

Jhon se detiene pero no se voltea, me acerco hasta el y cojo si brazo. Esto hace que el se voltee y me mire con los ojos dorados.

— Lobito, siento haberte dejado. Yo... yo nunca te rechazaría. Me gustaría verte —

He aprendido a diferenciar cuando es Jhon y cuando se trata de mi lobo negro. Y estos momentos es el gran lobo el que tiene el control sobre el cuerpo de Jhon.

Coge mi mano y me ayuda a salir hasta el jardín, allí se desprende de toda su ropa y en unos segundos tengo ante mi a un lobo negro enorme que me mira fijamente.

Me acerco un poco y escucho un gruñido, se que está molesto conmigo pero aún así eso no me detiene, se que no me hará daño, se que soy suya y además porto a su cachorro en mi interior.

— Lobito yo también te he echado de menos— digo tocando su cabeza, de un momento a otro deja de gruñir y comienza a restregar su hocico sobre mi barriga.

Pasamos un rato más en el jardín hasta que siento frío y decido que es hora de pasar al interior. Ya he arreglado las cosas con mi gran lobo. Ahora me toca hacerlo con el Alfa de la Manada.

— Dile a Jhon que lo espero arriba, si... se bueno ya no te dejare, vale?—

El gran lobo lame mi mano y se restriega contra mi cuerpo. No se porque todavía hace eso sí ya porto su aroma.

Subo de nuevo a mi habitación y me siento en la cama, pasados uno minutos la puerta se abre y aparece Jhon con la mirada cabizbaja.

Se que todo esto es mi culpa, así que tengo que arreglarlo.

— Jhon estás hecho una pena, mirate has perdido peso y te has descuidado, debes recordar que tu eres el Alfa—

Jhon me mira con indiferencia y tristeza. He tardado en comprender las palabras de Damian. Un lobo sin su compañera muere poco a poco.

Jhon di algo, por Dios reacciona—

— Qué quieres que diga! Si lo que yo diga o ordene contigo no sirve— responde enfadado.

Me levanto de la cama y me acerco hasta el, cojo su mano y este la suelta como si quemará.

Un sentimiento de decepción cruza mi mente, esto me produce cierta inseguridad. Pero hoy no me voy a dejar atormentar por los fantasmas del pasado. Hoy tengo que sacar a la Valery fuerte de mi interior.

— Dime lo que sientes, acaso me odias por alejarme de ti, dímelo Jhon?—

— Déjame Valery no quiero hacerte daño, no me lo perdonaría jamás—

— Te guste o no, me vas a tener que ver todos los días porque no me pienso marchar con Damian y Jhon—

Una brillo parece despertar en su mirada, pero igual que viene se va.

— Necesitas dormir— dice saliendo de la habitación.

Una lágrima traicionera se escapa de uno de mis ojos. Qué esperaba de verdad? Si ni yo misma me entiendo la mayoría de las veces.

Me levanto triste pero renovada, con un objetivo en mi mente. Bajo a desayunar y allí me encuentro con Damian y Ari, Jhon por el contrario no está en el comedor.

— No hueles a sexo pequeña, eso me da que pensar...—

— Damian por Dios...—

— Ari, es normal que lo diga yo te hago el amor todos los días y casi a todas horas y más porque no quieres pequeña...—

— Eras un desvergonzado, hoy dormiré con el niño—

— No eso sí que no!—

— Hoy puedes jugar tu solo y quizás algún día más...—

— Ari y eso sí que no...—

— Siento interrumpir pero hay algo que quiero decirles...—

— Que pasa pequeña, mi Ari y yo hablaremos más tarde—

— Me quedó, siento que Jhon no está bien y es por mi culpa—

— Y qué hay de ti?—

— Bueno, ya buscaré la manera de no asfixiarme aquí y buscar mi lugar en el mundo—

— Está bien, pero prométeme que nos llamaras todos los días. Tu hermano te va echar mucho de menos y yo también— dice Ari abrazándome.

— Y qué hay de mi!— dice Damian haciendo un puchero.

Siento que los voy a echar tanto de menos, pero es hora de qu crezca de que deje mis miedos y mi pasado atrás. Ahora necesito que Jhon vuelva a ser el mismo de antes y siento que eso no va a ser fácil.

****

— Nana, como ha estado Jhon desde que me marché? Y la Manada?—

— Hay niña, no sabes la falta que le has echo. Han pasado muchas cosas que ha llevado lo mejor posible. Pero lo más importante es que su madre viene en dos días, ella... ella no es precisamente un ángel querida—

Eso me da que pensar, su madre? Yo pensé que habría muerto, nunca hablo de ella y tampoco lo hizo de su padre. Será qué también tiene hermanos? por qué he sido tan idiota! no me he parado a pensar nunca en el. Solo me he centrado en mi y en mi dolor.



Ella es humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora