Capitulo 22. No te voy a dejar

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Cada segundo de mi existencia desde que ella desapareció ha sido un verdadero suplicio, mi lobo aulla de dolor por haber perdido a nuestra compañera y a nuestro cachorro.

En nuestro afán de protegerlos los dejamos expuestos y sin guardias para protegerlos. He sido un verdadero idiota he perdido lo más importante para mi. Mi mundo...

Damian ha sugerido que busquemos más garras para combatir, pero no quiero perder más tiempo. Si tengo que morir hoy, moriré matando.

Estamos a las puertas de una vieja fábrica, por los aromas que hay en el ambiente solo hay dos lobos y una loba que reconozco de inmediato. Maldita Caroline!

— Tu mandas, juntos o por separado. Que decides?—

— Juntos, todos están en la parte delantera, además me he fijado y no hay puerta ni ventajas traseras—

Damian asiente y comienza a quitarse la ropa, yo me volteo para no verlo y hago lo mismo. Ya te tenido bastante de él por un largo tiempo.

De un momento a otro estamos transformados.

No se si mi lobo es el que rompe la puerta o lo es el se Damian, el caso es que la puerta ha volado por los aires, nada más entrar nos encontramos con dos hombres estos no son capaces de transformarse, en pocos segundos quedan reducidos a restos de carne esparcidos por la habitación.

Camino lento hacia Caroline, le muestro mis dientes y le gruño, está parece realmente asustada ni siquiera intenta transformarse. Hablo con mi lobo y le pido tomar el control.

Necesito matarla yo con mis propias manos, a regañadientes me cede el control. Me transformo y observó como Damián me mira curioso.

— Ves a buscar a Valery, ya?—

Este solo emite un gruñido, a veces olvidó que él no es mi subordinado y si me obedece es por decisión propia y por el cariño que siente hacia mi compañera.

— Voy a hacerte sufrir tanto, que suplicarás por tu muerte y cuando estés a punto de conseguirla te dejare vivir un poco más, así hasta que me aburra de ti, y ten por seguro que no será pronto—

Le doy un golpe y la dejo inconsciente, busco unas cuerdas y las envuelvo con una cadena de plata, quemando un poco mis manos por el contacto.

La llevo hasta el maletero del coche y allí la dejo cojo mi ropa y me pongo los pantalones rápidamente.

— Está muy mal... pero aún están vivos, dale tú sangre sino le daré yo la mía— dice Damian saliendo con Valery en sus brazos.

No lo dudo hago un corte en mi muñeca y la pongo sobre su boca, mi sangre los puede sanar antes, veo como su muñeca está rasgada. Ella misma ha intentado quitarse la vida, pero por qué?

Ahora entiendo que si aún sigue viva es por la fortaleza de nuestro cachorro, sino lo llevará dentro de seguro ya estaría muerta.

— He encontrado algo más dentro...— dice Damian mostrándome un viejo libro de torturas. De seguro pensaba hacerle daño así, gracias a la diosa que hemos llegado antes.

Monto en coche y sostengo entre mis brazos a mi compañera, Damián rocía lo que creo que es gasolina y prende fuego para no dejar pistas de nuestra existencia.

Pasados unos minutos Damián se pone al volante del Jeep y nos saca se ese horrible lugar.

El camino se pasa en silencio, me centro en la respiración de mi compañera y en el latido de su corazón. Aunque es estable todavía se percibe muy débil, vuelvo a dejar un poco más de mi sangre en su boca, esperando que sane rápido.

Sin poder evitarlo me quedo dormido, lo que yo creo que son unos minutos pero se tratan de varias horas.

— Despierta bella durmiente, acabamos de llegar a mi Manada, y antes de que habrás tu bocaza. Estábamos más cerca y Valery necesita cuidados medicos—

Ante esas palabras no digo nada, se que tiene razón, lo primero es la supervivencia de mi compañera. Que más da si no estoy en mi casa con mi gente, aquí será cuidada de igual manera, Damian no dejaría que nada le ocurriese.

****

— No lo entiendo, ya tenía que haber despertado, ha pasado una semana— digo golpeando la mesa con mi puño.

— Si no te relajas tendré que pedirte que abandones la habitación, Valery necesita estar tranquila. El doctor te ha dicho una y mil veces que ella despertara en cualquier momento. Quizás ella no quiera volver... Debes recordarle porque tiene que despertarse— dice Damian desde la puerta.

Me acerco a Valery y cojo su mano, esta vez le hablo como nunca antes lo había hecho. Espero que esté donde esté me pueda escuchar:

— Valery mi amor...— lágrimas caen por mi rostro, no me importa si alguien me vea, no me importa mostrar debilidad si se trata de ella.

— Tienes que volver conmigo, te necesito y nuestro cachorro también, se que soy egoísta pero no puedo vivir sin ti. Perdoname por no haberte protegido prometo hacerlo mejor cada día, pero tienes que despertarte mi amor...—

Dejó caer mi cabeza sobre el pecho de Valery y maldigo.

— Jhon se que no deseas separarte de ella pero apestas, toma una ducha y vuelve. Yo me quedaré con ella— dice la compañera de Damián a mi lado.

No me quiero ir pero se que tiene razón, llevo una semana sin moverme de su lado. Apenas me separo de ella para ir al baño. Le doy un beso en la frente y me levanto de la silla.

Camino hacia el exterior lentamente, apenas si tengo fuerzas para hacerlo ver así a Valery me parte el alma, he fallado como Alfa y sobre todo como compañero.

— Jhon espera...—

Me doy la vuelta y miro hacía Ari, está me señala la mano derecha de Valery. Me fijo y veo cómo está moviendo los dedos. Rápidamente me acerco hasta ella y cojo su mano entre la mía.

— Valery aprieta mi mano si puedes escucharme—

Su mano aprieta levemente la mía, esto me da una energía que no espero. Me abalanzó sobre ella y la abrazo.

— Jhon me estás asfixiando y hueles horrible—

Me separo de ella y veo como sus bonitos ojos me miran y sus dulces labios me dedican una sonrisa.

Ella es humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora