𝔗𝔢 𝔬𝔡𝔦𝔬, ℜ𝔢𝔤𝔦𝔫𝔞

26 0 0
                                    

Horacio:



Ya no podemos seguir así. ¡Estoy muriéndome aquí!

Las cosas jamás van a estar totalmente bien ni tampoco hay un lugar en la tierra que sea por completo seguro. Necesito ir a ver a mi familia. Verlos con mis propios ojos.

Este es el segundo año que me prohíben ir a visitarlos y ya lo siento como algo personal. Mis amigos irán a sus casas, y yo me quedaré aquí sola en el frío del invierno de Alemania. No es justo.

¿Pretendes esconderme toda mi vida? ¿Qué pasará cuando termine la universidad? ¿Has pensado en eso?

Tan sólo un par de años más y podré regresar, porque tu sabes que mis planes siempre fueron volver triunfante a la villa, como un vestigio de que sí se puede salir adelante y cumplir tus sueños. Tal vez así te animes un poco a salir de tu propio caparazón y estudies lo que siempre quisiste.

Seguiré molesta contigo todo lo que dure el invierno. No esperes palabras lindas. Necesito sacarlo o me voy a volver loca y amargada, así que prepárate.

Por favor, cuida a mis papás. Han ido más seguido al hospital para chequeos, y no me dicen la verdad. ¿Puedes hacerme ese favor?

Y en esta ocasión, no me siento con las ganas de mandarles fotografías, porque tampoco tengo las ganas de salir a tomarlas últimamente. Por suerte tengo tareas que realizar, así me mantendré ocupada en cosas productivas.

Me gustaría decirte por milésima ocasión, cuánto te amo y te extraño. Pero no lo volveré a hacer hasta tenerte frente a mí, así tal vez sientas lo mismo que yo.

Mientras tanto...



Te odio,

Regina

lampyris ©Where stories live. Discover now