Capítulo 27 - Consentimiento

Start from the beginning
                                    

La voz de Lance oficialmente se había convertido en su sonido favorito.

—¿Lance...? —articuló Keith como siempre había tenido la costumbre de llamarlo para indicarle que continuara con su oración cuando estaba de buen humor, aunque esta vez, claramente Keith estaba más que de buen humor.

Lance juraba que jamás en su maldita vida iba olvidar como sonaba Keith excitado diciendo su nombre.

—Estamos yendo demasiado lejos... —murmuró Lance contra sus labios antes de depositar nuevamente cortos besos sobre ellos, comenzando a formar un camino desde sus labios, delineando su mandíbula hasta llegar a la zona del lóbulo de su oreja—, necesito saber mi límite.

¿Su límite? Keith ni siquiera pensaba que fuera necesario algún límite para Lance, él realmente deseaba esto, pero también entendía su punto. Él necesitaba saber hasta dónde llegaba el consentimiento de Keith porque estaba claro que, si no se detenían, Lance llegaría hasta donde él deseara hacerlo... y él jamás pasaría por encima de Keith.

Una suave y juguetona sonrisa se delineó sobre el rostro acalorado de Keith al sentir los labios de Lance contra su cuello. Deslizó sus manos lentamente a través de los músculos tensos del cubano hasta llegar a la zona de sus muñecas, tomándolas y depositándolas sobre su cadera. Keith acercó su boca hasta el oído de Lance del lado que quedaba expuesto, aun sonriendo—. No hay límites —afirmó.

El agarre sobre la cadera de Keith se intensificó con fuerza gracias al intento del moreno por reafirmarse a la realidad y ser lo más razonable que le fuese posible tomando en cuenta la manera en la que el pelinegro tentaba su autocontrol—. No es obligación, lo sabes... ¿verdad? —La profunda voz de Lance chocó contra la piel del pálido cuello, acariciándola con su aliento—, solo tienes que decirme que me detenga y yo obedeceré.

Keith inhaló profunda y temblorosamente, consecuencia de la excitación creciente y la constante estimulación de Lance contra su piel; y escucharlo tan devoto hacia su persona a pesar de verse tan excitado y necesitado como lo estaba Keith solo lo volvían más tentador, más adictivo—. Entonces obedéceme —pidió Keith. Podía sentir el calor subirle por el cuello mientras hablaba, nunca esperó ser tan directo en ese aspecto—, no te detengas.

Keith definitivamente encontraba un gusto insano en presenciar esa faceta en Lance tan protectora, tan masculina, tan seria... y a la vez tan hambrienta.

Lance tensó sus músculos, deteniéndose y apartando su atención momentáneamente del cariño que le proporcionaba a Keith, posando sus ojos sobre aquellas violáceas orbes que le arrancaban el aliento y, que ahora, lo invitaban a tomarlo. El moreno se relamió los labios inconscientemente ante aquella revelación, explorando con la vista los rasgos que ya se sabía de memoria: labios, cuello, clavículas... —No tienes idea de cuánto estoy deseándote ahora mismo —El pecho de Keith se infló con orgullo y nerviosismo, dándose cuenta como Lance prácticamente lo desvestía con la mirada—, pero tú nunca..., ¿es el momento indicado?

Keith sabía a la perfección lo que Lance quería dar a entender con aquella pregunta, él sabía que Keith no había tenido sexo nunca, se lo había contado alguna vez. Era consciente que Lance deseaba asegurarse de que él se sintiera listo para tomar la decisión tan importante de compartir su cuerpo con alguien, después de todo, había sido el mismo Lance quien le había mencionado que tenía que sentir la seguridad de intentar algo con alguien y que era persona fuera la indicada para que no terminara arrepintiéndose como él lo había hecho.

"Está bien tomarse el tiempo de elegir a la persona correcta, no es una carrera."

Y, claro, Keith sabía que el momento indicado había llegado y que esa persona definitivamente era Lance, no podía imaginarse a una mejor persona para su primera vez que no fuera él.

El chico llamado LANCE - Klance AUWhere stories live. Discover now