ꜱᴇᴄᴛᴀ ꜰᴀɴᴛᴀꜱᴍᴀ ᴡᴇɪ

020

[Wey & Lan]

—Xichen, ¿Estás seguro de lo que dices?— Lan QiRen se ve un poco perturbado ante tales noticias, bajó suavemente al conejo que se acurrucaba entre sus mangas y volvió a mirar a su sobrino.

—Lo estoy, tío. Este niño es la viva imagen de WangJi.— Lan XiChen sonaba ligeramente aliviado al decir eso, aunque también había un ápice de duda en su voz, como si estuviera pensando dos veces antes de decir lo siguiente.

Un suspiro de regocijo salió de los labios del más anciano, interrumpiendo las dudas de XiChen.

—Bueno, menuda alegría. Después de tantos años…— Habló en un tono nostálgico, el peso emocional de no saber que había sido de su sobrino en todos esos años desapareciendo casi al instante. —Pero debes estar cansado, vayamos al Hanshi y deja que tu tío te prepare un poco de té, podremos hablar sobre el hijo de WangJi más tarde.

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Wei SiZhui fue guiado junto a su hermana marcial por toda la secta Lan una vez que los mayores se fueron. El joven grupo de Lan hablaban como si no hubiera un mañana (algo que no cabía dentro de la mente de SiZhui, ya que se suponía que los discípulos de Gusu eran reservados y no hablaban más de lo necesario, según los cuentos de su padre), explicando cada mínima cosa que había en la secta.

—Er-gege⁓ eres tan inteligente, ¿Todos los niños de Gusu son como tú?— A-Qing se sintió de humor para seguir con sus travesuras una vez que estuvo lejos del líder de la secta Jiang, y ahora su nuevo objetivo eran los inocentes discípulos jóvenes.

—A-Qing, no los incomodes, han sido muy amables al dejarnos quedar.— SiZhui intentó que las bromas vulgares de su hermana marcial no ocasionasen que los despidieran antes de tiempo de la secta. Y con una mirada le recordó la clase de lugar en el que se encontraban.
El discípulo en cuestión pareció nervioso ante la repentina muestra de afecto femenino.

Así que cuando siguieron el recorrido SiZhui tuvo la oportunidad de apreciar el ambiente celestial que Descanso en las nubes poseía. El aire puro y ligero de las montañas llenas de nubes era tan diferente al aire salado y suave al que se había acostumbrado.

—Apuesto a que nunca habías visto un lugar como Descanso en las nubes, ¿Cierto?— Lan JingYi se parò a su lado y dijo eso con una sonrisa. —¿Se parece en algo a tu casa en el mar?

—No. En lo absoluto.— SiZhui dijo eso de la nada, mientras parecia ensimismado, y pronto regreso a la realidad para darse cuenta de que eso pudo haber sonado muy cruel. —P-pero eso no le quita lo hermoso.
El discípulo de Lan sonrió y pareció satisfecho.

SiZhui sintió que el discípulo estaba siendo demasiado familiar cuando rodeo su hombro con su brazo y dijo:  —Eso está bien, lo tomare como un halago, ¿Qué te parece si para la próxima me muestras tu casa?

SiZhui ensanchó una sonrisa de oreja a oreja. El viento helado de Receso en las Nubes
—Supongo que está bien.

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En la calmada noche que arropaba a la secta Lan, SiZhui tuvo un sueño.

En su sueño era una versión más pequeña de él, sus ropas sucias de barro y lluvia, y frente a él estaba su querida popo, débil y maltratada, tratando con sus pocas fuerzas de protegerlo de los monstruos.