ꜱᴇᴄᴛᴀ ꜰᴀɴᴛᴀꜱᴍᴀ ᴡᴇɪ

019

「Secretos.」

Wei WuXian, el líder de la secta WuzhouWei, gran patriarca y fundado del cultivo demoníaco estaba en medio de una crisis nerviosa.

—Xian-ge, por favor guarda la calma.— Wei Ning había llegado justo en el momento correcto para tratar de consolar a su hermano.

—A-Ning, tengo un mal presentimiento. A-algo malo esta pasando.— Dijo el patriarca, los labios le temblaban y su cabello se encrespó como el de un gato.

—Xian-ge, debes calmarte.— El cadáver consciente habla con toda la suavidad que puede mostrar, se acerca para arrullarlo y frotarle la espalda, en un intento de consuelo que recuerda que su hermana hacia por él en el pasado. —¿Esto es sobre SiZhui? Él esta bien, pero si quieres podemos usar un talismán de comunicación.

—Ah, si, tienes razón.— Wei WuXian pareció calmarse instantáneamente al saber eso. A veces olvidaba todo en medio de sus ataques, hasta cosas tan simples como sus inventos. —Solo llamare a A-Qing y...

—¿A-Qing? ¿Por que la llamarías a ella, Xian-ge? ¿No deberia ser a SiZhui?— Wei WuXian se dio cuenta de que había cometido un error al decir eso.

—Ah... p-pues...— Wei Ning lo miro intensamente, de una forma en la que solo un muerto viviente podría hacerlo.

—P-puedo explicarlo...— Wei WuXian sabia, desde que comenzó a vivir con el ex-Wen en los túmulos funerarios, que, aunque Wei Ning fuera y pareciera inocente, en realidad sabia como extorsionarlo cuando quería. —Solo no le digas a Qing-jie.

‹• • •›

—¡Wei WuXian!— Aquel rugido que resonó por toda la secta era, clara e indiscutiblemente, de la matriarca del clan.

Wei Qing estaba, por decirlo de una forma suave, harta de las tonterías de quien se suponía que era el líder de la secta. Por su parte, Wei WuXian sabía que los brazos de su esposo no podrían refugiarlo por mucho tiempo, y que esta vez las agujas de su Qing-jie harían mucho más que solo dejarlo inmóvil.

<A-Ning tramposo.> Wei WuXian lo miro desde su refugio en los brazos de su esposo, el cadáver feroz parecía un niño feliz de su buen trabajo al lado de su muy furiosa hermana. <No le vuelvo a decir nada.>

—¡Wei WuXian, ¿Puedes al menos prestar atención mientras te regaño y fingir que estas arrepentido?!

—Qing-jie, ¿Como puedes decir eso? De verdad estoy arrepentido, se que lo que hice estuvo mal, ¿No puedes verlo?— Dijo, fingiendo inocencia para salirse con la suya. Pero, por supuesto, se le olvido con quien estaba tratando.

—¡Tu...!— Wei Qing tuvo que ser sujetada por su hermano para evitar que perdiera los estribos y golpeara al adulto/niño con su zapato.

Wei WuXian se escondió tras la ancha y formidable espalda de su esposo para no ser golpeado con el zapato.

—¡A-Zhan, protégeme de ella!

—¡WangJi, toma la responsabilidad por las tonterías de tu esposo! ¡Arregla este desastre!— Wei Qing fue recuperando su calma, y Wei Ning fue poco a poco soltándola.

—Lo haré, Qing-jie.— Con eso dicho el varón con la cinta oscura rodeando su frente cargo a su marido encima de su hombro y se dio la vuelta para salir del pabellón.