ꜱᴇᴄᴛᴀ ꜰᴀɴᴛᴀꜱᴍᴀ ᴡᴇɪ

011

[Hacia lo desconocido.]

—¡Da-ge, Da-ge! ¿Es cierto que te dejaran salir de la secta?

No eran ni las diez de la mañana cuando Wei SiZhui fue interrumpido en su entrenamiento y abordado por el inmenso grupo de discípulos.

—¿Saldrás solo?

—¿Ningún mayor te acompañaras? ¿Ni siquiera Ning-gege?

—Shixiong, ¿Cuándo te iras?

—¿U-Ustedes como se enteraron?— Wei SiZhui no sabia cual de todas las miles de preguntas que eran lanzadas hacia él responder primero. Ni siquiera había obtenido el permiso aun.

—¡Fue Wei Yang!— cantaron al unísono. Wei SiZhui lamenta internamente haberse colado a la habitación de su hermano mayor a mitad de la noche para desahogarse sobre sus preocupaciones, ahora sabe que Wei Yang es igual (sino peor) que su tío XingChen cuando se trata de los secretos.

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—A-Yuan, tanto tu padre como yo y el consejo hemos meditado minuciosamente tu petición de salir de la secta.

Wei SiZhui podría admitir con toda seguridad de que había tenido un día pesado. Primero el tumulto de niños que no lo dejaban respirar bien, preguntándole cuando se iba, cuanto tardaría y si podría traerles regalos de afuera; luego estaba el hecho de que su entrenamiento fue mas pesado que todos los días, era como si su tío buscara cualquier oportunidad para atacarlo a propósito; y, por supuesto, cuando solo buscaba un momento de calma fue llamado al salón principal.

¡Por favor, déjenlo respirar!

Ahora estaba frente a sus padres, hermanos y el consejo (compuesto por los remanentes Wen) preguntándose que pasaría ahora e implorando a los cielos que ese día se acabara ya. Solo quería llegar a su habitación y meterse en su cama.

—y entenderás que, como miembro y heredero de la secta, es normal para nosotros tomar las medidas y precauciones correctas para esta situación, ¿Estas de acuerdo con ellas?

—padre, este hijo es obediente y esta de acuerdo— se reverencio ante él. Wei Ying esbozo una sonrisa de satisfacción, como los demás adultos presentes.

—en este caso, nos agracia contar que tu propuesta ha sido aceptada por el consejo— SiZhui pensó que se trataba de una broma, pero en el rostro de sus padres y mayores no había ni una pizca de burla —partirás en tres días, arregla las cosas que desees llevarte y ve con tu tía ChengMao para elegir la mascota espiritual que te acompañara.

—si, padre. Este hijo esta agradecido. Larga vida al monarca de la secta Wei— expreso inclinándose en una reverencia que evitaba que sus lagrimas de alivio fueran vistas por los mayores presentes.

Wei Ying camino desde su trono y le acaricio la cabeza, tomo su barbilla e hizo que levantara su mirada, aprovechando aquello para secarle las lagrimas.

—pon tu frente en alto, hijo mío, siente orgulloso de quien eres.

—¡s-si!

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Para SiZhui los tres días pasaron con una abrumadora velocidad.

Justo ahora se encontraba frente a su tía ChengMao y su marido viendo el espacioso jardín santuario que guardaba a los animales espirituales. Todos habían sido traídos por su padre, desde lugares llenos de energía resentida o donde sus habitad eran atacados por los cultivadores, los trajo de la misma forma en que había hecho con cada discípulo de la secta y a cambio de un hogar pacifico, las criaturas juraron su lealtad a la secta.