Renací como una leyenda.

Capítulo 101

Les hice la misma ruta turística que le hice a Hana y luego a su madre agregando los lugares nuevos que recientemente había visitado dejando para el final la mejor vista de todas, las que teníamos desde el espacio, que gracias a un ben domo psíquico las podía sacar sin miedo a que se congelaran hasta morir.

—Es... hermoso.

—Tan basto...

—Es aquí a dónde vengo cuando quiero reflexionar un poco o simplemente estar en silencio, no creo que haya mayor silencio que este.

— ¿Puede venir cuando quiera?

—Sí, básicamente, con mi traje puedo estar aquí un buen rato y simplemente flotar a esta exacta altura la tierra se encarga de mantenerme anclado a esta orbita y me vuelvo una especie de mini satélite girando a su alrededor o hasta que decido volver a bajar.

—Fascinante. –Sonrió Celine al verme.

El tiempo pasa más rápido en el espacio por lo que tengo que estar al pendiente de cuando duramos acá.

Ya cuando calcule que fue suficiente, nos regrese a la casa, ya para horas del mediodía más exactos, estuvimos un buen rato en el paseo.

—Espero les haya gustado el paseo.

—Demasiado Shoto, un día debo recorrer yo misma el mundo junto a Mamá.

—Fue muy divertido Shoto.

—Eso me alegra mucho, por ahora relájense mientras preparo la comida de todos.

—De eso nada. –Quejo Celina. —Al menos deje que esta vez lo ayude a cocinar.

—De cuerdo, aprovechare el momento para enseñarte algo nuevo para preparar Celina.

—Encantada.

Ella se adaptó muy rápido al estar entre nosotros, incluso en su momento a Hana le costó abrirse de ese modo, bueno Hana estaba traumatizada por lo que vivió aparte de estar casi muriéndose de una infección.

Mientras le iba enseñando que ingredientes podía usar y como debía hacerlo, de la Nevera saco algo.

—Shoto, ¿qué es esto? –Pregunto al sacar una jarra que tenemos siempre de los cocteles que Lisa hace.

Ya que de la casa soy el único que puede beber Sub-Zero, ese es el más suave y el que mi esposa puede beber sin caer ebria tan rápido, ahora que lo pienso fuera de Hana y aquella gran borrachera que se metió, no he visto a otro humano beber, me pregunto si Celina tendrá un buen hígado.

—Eso es un licor o mejor dicho una mezcla de licores, puede probarlo si quiere, es bastante bueno según palabras de mi esposa.

La misma que come carne cruda cuando cree que no la estoy viendo.

No lo pensó mucho y se sirvió en un vaso antes de darle una probada.

—Es dulce.

—Sí, ese es de los más suaves que tiene la Bartender que conozco, es más que todo para las hembras, es suave pasa bien y se necesita una buena cantidad para de verdad embriagar, perfecto para que ellas puedan conversar y beber mientras lo hacen.

—Oh entiendo.

—Mi Esposa tiene tiempo que seguro lo olvido, si quiere puede tomarse todo el que quiera, si es necesario, buscare más.

—Muchas gracias, pero sabe, ese azul que estaba a su lado.

—Oh ese es mío, se llama Sub-Zero no es apto para cualquiera y se lo digo yo.

— ¿Podría probar un poco, así sea en la cantidad que usted crea prudente?

—Veamos.

Le serví lo suficiente para ser un trago en un pequeño vaso y se lo entregue, ella lo olio un poco.