Capítulo 38

798 117 13
                                    

Algo chistoso paso en cuanto dije la palabra tiempo, pues la gema en mi collar brillo y todo a mi alrededor se detuvo notablemente, lo que medio tiempo de ver el como algo se asomaba en medio de toda esa erupción volcánica, más exacto el como un Pokémon se alzaba. Por lo que solo cubrí a Braxi y se Latios con mi psíquico que los protegiera al igual que conmigo.

En cuanto el tiempo regreso a la normalidad, todas esas rocas en llamas golpearon con fuerza el suelo y los escudos que había hecho, pero mi vista estaba fija en una cosa, y no la iba a perder tan fácilmente.

— (Braxi mantente allí con él, debo hacerme cargo de algo.) —Pedí al elévame para poder ver al Pokémon brillante que había aparecido, siendo nada más y nada menos que Moltres, quien no se veía muy feliz.

— ¿Qué haces en mis dominios?

— ¿Disculpa? ¿Dónde están los papeles que digan que esta tierra es tuya amigo? esto es un país libre.

No se le ve muy razonable que digamos.

—La tierra sufre por culpa de los invasores, mi hogar está herido por culpa de los invasores.

Ohh... creo que ya entiendo que pasa aquí, esta iracundo porque lo que paso con Dialga y Palkia debió afectar este lugar, y ahora le anda echando la culpa a todo mundo al punto de perder el control.

—Parece que necesitas que te ayuden a recapacitar... violentamente. —Susurre al momento de que mis ojos brillaron.

Iracundo y precipitado se lanzó hacia mí con claras intenciones de atacarme pero antes de que siquiera pudiera tocarme alrededor de cinco toneladas de roca ardiente y derritiéndose le cayeron encima llevándolo al suelo y enterrándolo profundo.

—Cuidado con la roca. —Bromee para mí mismo mientras ejercía más y más fuerza en esa roca hasta que exploto en mil pedazos. —Si un pájaro más grande que tu no me hizo nada, ¿qué te hace creer que tu si? ¡Piensa Moltres, Piensa!

Baje al nivel del suelo para ver como forzadamente se levantaba y me miraba.

—Pareces aun enojado.

— ¡Miserable!

Su pico se abrió un una inmensa llamarada salió, consumiéndome por completo. O bueno eso creía, el puesto estaba a sus espaldas con otras cinco toneladas pero de agua helada sobre su cabeza, dando como resultado una buena explosión de humo y vapor que cubrió gran parte del lugar.

—Así no puedo ver nada. —Queje al hacer un gesto con la mano alejando toda esa cortina de humo blando dejando a mi "Oponente" frente a mí, cansado y jadeante. — ¿Ya estás mejor o debo lanzarte otra roca?

Note su mirada en mí antes de sacudirla y levantarse sobre sus patas.

— ¿Por qué fue eso?

—Estabas iracundo, y un buen golpe y agua fría creí que te ayudarían. Oye lo que le paso a tu hogar eventualmente se calmara, pero no puedes echarle la culpa a todos por lo que paso, esto fue obra de Dialga y Palkia y nadie más, ¿entiendes?

—Yo... Lo entiendo.

—Dale tiempo al tiempo, este lugar pronto regresara a la normalidad, al igual que todo, solo se paciente.

Con un gran graznido el gran Pokémon hizo arder todo su cuerpo otra vez antes de alzar el vuelo y perderse entre las llamas del volcán.

—Creo que eso soluciona todo por aquí.

Me acerque hasta donde estaban Braxi y el Pokémon a rescatar y con solo tocarlos nos transporte de regreso a la Capital apareciendo en el gremio.

— ¡Oigan este Pokémon necesita servicio médico inmediato!

Renací como una leyenda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora