Capítulo 86

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En cuanto nos ambientamos un poco al clima, la cosa fue más fácil para todos. Susy es muy curiosa por naturaleza, por lo que siempre miraba que hacían las invitadas de la casa, y Mandy por sus instintos maternales, sabia como hablar con ella o mantenerla entretenida conversándole y enseñándole cosas del otro lado del mundo.

Tal como le dije a Vela, le lleve a Susy el día siguiente para que estuvieran un buen rato juntas, estar encerrada y sola durante el invierno no creo que sea bueno, y más importante aún aproveche ese viajecito para dejarle la medicina, y mientras Susy curioseaba todo lo que le hice a la casa, le explique por qué debía tomarla.

—Ohh... ahora tiene sentido el por qué a veces pareciera que Braxi anda en pleno Celo... no sabía que eso pasaría.

—Llámeselo don o maldición, pero por eso mande a hacer esta medicina, tomate una hoy, y el cuándo te sientas caliente sin razón aparente, tomate otra y así hasta que los síntomas desaparezcan.

—Entiendo, no te preocupes por eso, seguiré tus indicaciones, y me encargare de cuidar a esa nena hoy.

—Gracias, vendré por ella a la tarde.

—Perfecto.

Las deje y en mi camino por el frío y blanco pueblo, mis pasos me llevaron hasta la casa de Maya y Braxi.

Toque y la que abrió fue la Delphox.

—Oh hola Shoto, que bueno verte, ¿qué haces por aquí?

—Ando de paso para dejarte esto.

También le deje a ella su medicina y le explique para que era.

—Entonces esa era la razón, debí suponerlo, ¿quieres pasar? tengo toda la casa caliente.

—Tengo cosas que hacer, pero puede que luego venga a verlas a ti y a Maya, dale esto a ella.

Entre mis manos hice un mini, mini suéter a su medida para que no la atacara tanto el frío si llegara a salir.

—Ay qué lindo se ve.

—No creo que el clima a ti te esté molestando.

—Para nada, Papá le decía a este clima, un día perfecto para jugar pelota.

—Entiendo, las veré luego, si van a hacer algún trabajo tengan cuidado por favor.

—Seguro.

Antes de irme medio un gran beso, y debo decirlo, estaba caliente.

—Ahora quien sigue...

Llevo una bufanda que me cubre casi media cara como un bozal, el frío esta implacable.

—La loca.

Me transporte hasta la casa de Blanca, donde la encontré acurrucada bajo un montón de mantas leyendo algunas cosas.

— ¿Cómo te va?

—No es mi primer invierno aquí, ya me acostumbre, me deberían preocupar mis libros pero es poca la humedad que se filtra.

—Entiendo, oye como te fue con los orbes.

—Ya les saque todo lo que podía, te los puedes llevar si quieres. –Indico al señalar donde estaban.

Como cortesía le deje un termo con chocolate caliente dentro y unas galletas para acompañar su lectura, cosa que agradeció mucho, antes de volver a casa.

—Ahora que Susy no está, las humanas harán fiesta...

Y no me equivoque, al poner los orbes sobre la mesa, y girarme, allí estaban ellas, llevando unas eróticas lencerías encima, les doy puntos porque en serio llevar lencería en este clima, hay que ser valiente.

Renací como una leyenda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora