Capítulo 21. El corazón se vuelve roca.

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El alboroto después de que Jimin partiera con sus amigos continuó, Jungkook se sentía abatido, su corazón dolía, cada fibra de su cuerpo estaba agotado, su mente le gritaba toda clase de cuestionamientos, ¿qué hiciste Jeon?, ¿cómo llegó a esto?, ¿es el final de todo?, ¿cómo podré vivir después de esto? Después de ver esa mirada de decepción, de enojo, algo se había roto dentro de Jimin de eso estaba seguro y todo era culpa suya, ahora cómo viviría con ello, cómo reconstruiría nuevamente, lo que ahora estaba en ruinas.

La voz de Baek lo distrajo un poco, pero no freno su dolor, al contrario, lo apuñalo hasta el fondo.

— Tranquilos chicos, será mejor dejar todo como está y partir desde aquí para evitar más problemas.

— Esto es tu maldita culpa, ¿cómo demonios vamos a dejar tiradas nuestras maletas? Debemos regresar a ese estúpido monasterio, recoger nuestras cosas y largarnos. Rosé se cruzó de brazos mirando mal al rubio.

Los murmullos no se hicieron esperar, Jungkook iba a reaccionar, pero no espero ver jamás así a Hoseok.

— Ya cierra la puta boca Roseanne o no respondo, Baek no es el único culpable aquí, les recuerdo que todos ustedes, hizo una seña con su dedo para incluir a todos los presentes, — estuvieron de acuerdo con esto, así que ahora nos amarramos las bolas y enfrentamos las consecuencias, no hemos sido expulsados oficialmente así que como dice Baek larguémonos de una puta vez de aquí, tus estúpidas maletas pueden irse al carajo al igual que tú.

La chica lo miraba con los ojos llorosos, pero no contestó absolutamente nada.

Baek lo observó con ojos brillantes dirigiéndose a todos — ¿Alguien tiene algo más que decir de todo esto?

Las miradas pasaron entre los presentes, pero guardaron silencio.

— Pues ya está, hay que irnos. El rubio se dirigió a uno de los guardias que dejaron para escoltarlos a todos fuera de la Isla y el país. — ¿Tú nos dirás cuál es el siguiente paso? Habló con su natural voz de mando, recibiendo una mueca y un empujón para nada delicado por parte del hombre, Baek cayó al suelo golpeando su trasero, con una queja de dolor, por lo que de un momento a otro Hoseok estaba golpeando al guardia lo que hizo que los demás guardias se dirigieran en su apoyo, ahí fue donde Jungkook por fin reaccionó al ver el miedo reflejado en los ojos del pequeño rubio, se limpió con fuerza sus propios ojos tomando la decisión, "ya no podía regresar el tiempo atrás, así que enfrentaría su realidad, sus consecuencias y cumpliría sus promesas por lo menos a una persona"

Se colocó entre los demás guardias, dejando que su amigo continuará golpeando como animal furioso.

— ¡Ya basta! Apártenlos, dio una mirada a Kai y Luhan, quienes reaccionaron quitándole de encima al guardia el cuerpo de Hoseok que parecía que lo quería moler a golpes.

— Apártese joven Jeon. Los guardias mantenían sus bastones en las manos.

— Si los dejo pasar y les tocan un solo cabello a mis amigos, deberán explicarle a su rey por qué ha perdido más de la mitad de su liquidez total, retiraremos todas las empresas de KiOn de Mónaco.

El que parecía ser su jefe camino hacia delante de entre los demás.

— Se acabó, guarden sus armas, Paul comenzó con esto, haremos lo que el príncipe ordenó, estos jóvenes saldrán del país lo más rápido posible y sin un solo rasguño.

Los guardias dieron un asentimiento de cabeza, pidiéndoles que los siguieran.

Hoseok levantó a Baek cargándolo, pasando de largo frente a Jungkook, quien suspiró siguiéndoles de cerca.

Juegos de seducción. KookMinWhere stories live. Discover now