Capítulo 45 - Diferencias

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El día de celebración para Macarena llegó, no era que le emocionara mucho confirmar que estaría finalmente en su cargo como CEO de AQuimax, pero el hecho de presentar formalmente a su novia y que toda su familia le diera la bienvenida y bendición, le hacía desbordar de alegría plena. Tan feliz que no tomó en cuenta el impacto que representaría para la morena a su lado, cuando hacían su llegada.

Bárbara se abstuvo de mostrarse impresionada por la majestuosidad de la mansión Achaga, el lujo era inminente. Todo gritaba en su cerebro como que era demasiado, y eso que solo estaba pasando tomada de la mano con su novia desde el porche hasta a primera sala, donde dos sirvientes recibían sus pertenencias. La morena no había puesto mucha atención a toda la verborrea de su novia mientras bajaban de su auto y entraban a la propiedad. Ya había estado allí, pero en esta ocasión ella pudo apreciar con detalle todo, todo lo deslumbrante que era la mansión Achaga.

Las novias fueron recibidas por toda la familia Achaga, amigos más cercanos, socios y directivos de AQuimax; y las únicas caras conocidas que le dieron un descanso ante las presentaciones: la de su hermano y su mejor amiga. La familia directa de Macarena fue muy amable, sin lugar a duda ellos estaban complacidos de que la morena fuese la pareja de la menor de la familia.

Sin embargo, cuando Macarena fue absorbida por algunos invitados, la morena decidió darle su espacio, ella no manejaba la jerga empresarial; ese definitivamente no era su mundo, tampoco de la rubia, pero ella estaba iniciando e iba muy bien en ello. Su inteligencia abarcaba muchas áreas, la financiera no se le estaba haciendo para nada difícil, pues estaba desenvolviéndose muy bien.

La informática decidió ir por un aperitivo y fue emboscada por una prima de Macarena.

—Qué bien guardadito se lo tenía mi prima —le dijo una chica muy estilizada acercándose, aparentemente, de manera jovial con una copa en su mano.

Bárbara se limitó a responderle con un asentimiento y prefirió comer de su plato, al notar como la autoinvitada estaba mirándole de arriba abajo mientras sostenía su codo con una mano y con la otra balanceaba su bebida con arrogancia.

—Escuché que eres de Chicago, y que estás aquí simplemente como una consultora junior... pero quizás te destaques en otras cosas —prosiguió, quería verificar información que había recopilado de varios murmullos que se hicieron en la reunión luego de la presentación de Bárbara—. No perdiste el tiempo, ¡eh! —reforzó con sorna.

—¿Sofia? —preguntó Bárbara haciendo memoria de cuando se la habían presentado fugazmente, la aludida asintió—. Si quieres saber algo, cosa que es obvia, sólo pregúntame y no saques deducciones sin fundamento.

—No, ¡¿cómo crees?! —fingió idiotamente—, sólo que me es muy increíble que no tengas en la ciudad más que unas semanas y ya mi primita esté tan "enamorada" —dijo lo último con comillas en sus dedos al aire—. Digno para una novela de amor. —Sonrió maliciosamente.

—Oh, entonces, es que te gusta leer mucho —Bárbara se burló—. Te puedo recomendar varias obras —ofreció y dejó su plato con delicadeza, lamentándose internamente porque los canapés que había recaudado estaban deliciosos—. Y lo lamento, pero la vida de Macarena no es de interés público, si quieres saber detalles pudieses preguntarle directamente a ella, pero creo que no eres de su círculo cercano —dedujo fácilmente y le sonrió imitando su falsa sonrisa que le dio instantes atrás—. Así que con mayor razón menos he de darte detalles —puntualizó—. Con permiso. —Y se marchó dejándola con la palabra en la boca.

A ese incidente la morena no le quiso dar nada de importancia, era sólo una chica vanidosa y envidiosa más, pero se le sumó el de un atractivo hombre que la acechó con preguntas similares, era hijo de unos de los accionistas de la empresa. Dejó muy evidente que estaba detrás de la rubia. Era evidente que graznaba su orgullo herido, al saber que la rubia estaba ahora con una "mujer simplona" de "bajos recursos", como la llamó. Ella lo franqueó pulcramente y el tipo se marchó con algo de frustración, pero el veneno ya lo había lanzado.

ComplicidadOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz