Capítulo 41 - Consecuencias

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—No puede saltar el orden de la reunión, Señorita Achaga. —La quiso detener el secretario.

—Claro que puedo —demandó—, estoy en todo mi derecho, esta no es una reunión para que solo tengan ustedes la palabra. Como accionistas mayoritarios tenemos derecho a participar antes de que continúen con sus —los miró despectivamente— planteamientos finales.

Los hombres se miraron entre sí y las murmuraciones poco o nada le importaron a la ojiazul.


—El escándalo suscitado lo tomamos como un acto de mala fe por parte de ustedes —comenzó a decir, directa y concisa—

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—El escándalo suscitado lo tomamos como un acto de mala fe por parte de ustedes —comenzó a decir, directa y concisa—. Mi padre les pidió encarecidamente el resguardo de la información hasta llegar a un acuerdo entre las partes, pero decidieron saltarse la cláusula de confidencialidad al que están obligados como miembros de esta —aclaró su garganta con algo de desdén— honorable Junta —insinuó lo contrario con su tono despectivo.

—No puede acusarnos de semejante atrocidad, tenga cuidado con sus palabras —la encaró el vice presidente.

—Claro que tengo cuidado con mis palabras, no saben cuánto... —les dio una sonrisa gélida.

Los aludidos se miraron sospechosamente.

—Puede hacer las insinuaciones que quiera —se defendió digno el presidente—, las lamentables noticias de las acciones de su hermana se iban a filtrar tarde o temprano, ya había muchos involucrados hasta encontrar la información en oficina de patentes.

—Señores —los detuvo sin paciencia ya—, voy al punto que demando en representación del 60% de los accionistas.

» Requiero la renuncia irrevocable e inmediata de todos ustedes —los miró—, incluido tú Ghassan —hizo que borrara de un golpe su actitud guasona—, esto para evitarnos la bochornosa necesidad de despedirlos con las peores credenciales posibles. Solo queremos demostrarles algo de condescendencia y no pagarles con la misma moneda.

—Está, usted...

—Prosigo —lo ignoró, los otros estaban mudos y estáticos—, seguido a sus renuncias deben proceder a acompañar Ghassan a retirar todos los cargos en contra de mi hermana. Y emitir un comunicado de prensa pidiendo disculpas a ella por sus acciones tan bajas y desleales.

Ghassan rió irónicamente. 

—Tú hermana robó mi trabajo y eso no tiene discusión —dijo con vehemencia.

—Por favor —habló de nuevo el presidente—, deje de decir tantas incoherencias, que nos estamos desviando de temas importantes. No me deje ser grosero coartando su derecho a la palabra y termine su intervención para ir a lo que nos interesa.

Mariana miró a su padre, él expectante de todo, sus hijas no quisieron involucrarlo con todo, puesto que el tiempo no les alcanzaba para hacerlo, solo le pidieron su voto de confianza y él se los dio ciegamente.

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