sᴡᴇᴀᴛᴇʀ ᴡᴇᴀᴛʜᴇʀ 𖦆 Devon suele ser descrito como un chico problemático. Siempre trae un golpe en la cara y tiene una carpeta llena de reportes por las múltiples peleas en las que se ha metido.
Sin embargo, no puede estar más alejado de la realidad...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
୨ ♡ ୧
Devon despertó sin muchas ganas, aún sentía su rostro adolorido pero al menos la hinchazón había disminuido significativamente y lo único que quedaba era una gran marca roja y morada con un poco de verde.
Charlie le había comentado que ya estaba resuelto lo de sus papeles para la nueva escuela. En cuanto supieron que llegaría, se puso en marcha para resolver todo ese asunto y al ser un pueblo pequeño no fue muy complicado inscribirlo a mitad del año.
Entonces, Devon se preparó mentalmente todo el fin de semana para ir a su nueva escuela. Lo verían fijamente no solo por ser el nuevo, sino que también por ese gran golpe en su cara. Lo malo del asunto es que muchos harían sus propias especulaciones y correrían diferentes rumores por toda la escuela. Pero para ese punto, ya no le importaba. Si querían decir que era un delincuente que acaba de salir del reformatorio, que lo hagan.
Luego de arreglarse un poco, salió de su habitación y se dirigió a la cocina. Su madre, Amy, estaba preparando el desayuno y Charlie estaba sentado en la mesa tomando una taza de café mientras leía el periódico. Ambos lo miraron en cuanto atravesó el umbral.
—Buenos días, Devon —saludó su madre— toma asiento y en un momento estará el desayuno. También te dejé en el mostrador tu almuerzo para la escuela.
Devon miró la bolsa de papel sobre el mostrador y sonrió un poco. Comenzaba a gustarle ese lugar, era agradable y al parecer no recibiría gritos todas la mañanas. Tomó asiento en la mesa y Charlie bajó el periódico para mirarlo. Devon se dio cuenta de que usaba su uniforme de policía. Era extraño verlo de esa manera luego de haberlo visto vestir tan informal.
—Buenos días, Devon. Espero que tengas un buen primer día de escuela —aún hablaba con cierta incomodidad pero Devon se dio cuenta de que Charlie en realidad sólo era tímido y le costaba entablar conversaciones. Pero lo estaba intentando.
—Gracias. Y buenos días a ustedes también.
Amy le dejó el desayuno enfrente y rápidamente comenzó a comer. Descubrió que la comida de su madre era simplemente deliciosa y podría comer sin parar. Amy también tomó asiento para desayunar y los tres comieron en silencio.
Fue luego de veinte minutos que Devon se puso de pie para dejar su plato en el lavadero e ir en busca de su mochila. Ya le habían explicado cómo llegar a la escuela. Había un autobús escolar que pasaba más o menos cerca de la casa y lo dejaría justo en la entrada.
—Me voy —estaba por salir de la cocina cuando escuchó a su madre llamarlo.
—Devon, espera.
Se detuvo en seco y miró a la pareja quien también lo estaban mirando. Frunció el ceño confundido y un poco nervioso. ¿Había hecho algo mal?
—¿Está todo bien?
Amy sonrió emocionada y le extendió algo. Devon frunció aún más el ceño pero se acercó a tomar lo que su madre le estaba ofreciendo. Era una cajita no más grande que su palma.
