Ser coronel de una de las organizaciones militares más importantes del país no es fácil, pero sobre todo si eres mujer, mucho más difícil la tarea. Sariah Mansour una coronel honorable, reconocida por su trabajo arduo y exitoso es el punto blanco pa...
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Tiempo después
●★● Sariah Monsour ●★●
¿Y si te casas conmigo?
Como era de esperarse Alphonse y Patricia se encuentran bajo arresto, ambos se mantienen a la espera de sus condenas, Patricia no ha mostrado arrepentimiento alguno sobre el daño que nos ha causado a todos, ella se mantiene regia aunque por dentro se esté volviendo loca con lo que le está sucediendo, pues ambos no volverán a ver la luz del sol por mucho tiempo.
Varios meses se han sumado luego de esa tediosa captura en la que por fortuna todos salimos ilesos, hoy en día cada quien ha tomado su camino y rehace su vida de la mejor manera, mi amigo Romanov ha encontrado el amor, decidió irse a vivir a Estambul, allí trabaja para el ejército turco, conoció una buena mujer y desde hace meses sostienen una relación sentimental.
Jacob y Vanessa se casaron un mes después de la misión, decidieron tener una ceremonia íntima, Romanov y yo fuimos sus testigos, decidieron casarse en Punta Cana, parte de República Dominicana, mi amiga es aficionada con los países latinos, a decir verdad amé el país, la cultura, su gente, todo es cálido y agradable.
He decidido apartarme por varios meses de la organización, lo he tomado como un descanso, deseo aprovechar al máximo esta hermosa etapa de mis hijos, Jules ya ha aprendido a decir sus primeras palabras y las gemelas ya gatean, por nada del mundo quería perderme ese lado color rosa de la maternidad, he dejado que sea Salvatore quien tome riendas en el lado laboral y yo me he concentrado en hacerlo en el ámbito hogareño.
Me detengo hecha un manojo de nervios en la puerta del departamento de Salvatore, pidió verme en este lugar y exigió que viniera más hermosa de lo normal. Mi hermana en pocas palabras me secuestró todo el día, me llevó a la peluquería y escogió un hermoso vestido para mí, en fin hizo conmigo lo que quiso.
Decido tocar el timbre, no tarda más de cinco segundos en abrirme la puerta, me recibe con mandil de cocina, un delicioso olor inunda mis fosas nasales, apenas coloco un pie dentro de su departamento. Deja un pequeño beso sobre mis labios, es su manera de saludarme, dejo mi bolso en uno de los sofás y me adentro a la cocina.
— Así que durante todo este tiempo te hiciste el pendejo en la cocina.— ruedo los ojos al ver todo el manjar que él mismo ha preparado.
Sonríe con algo de burla al ver mi expresión, me ha dejado totalmente sorprendida.
— No es que me hacía el pendejo, simplemente amo el sabor de tu comida.
— Voy a matarte Kozlov.— sentencio con mi dedo índice.
— Mejor ve y toma asiento, esta noche deseo consentirte.— mueve su cabeza en dirección al comedor.
Comedor que ya se encuentra arreglado, unos candelabros adornan el centro de la mesa, dos platos uno frente del otro ya se encuentran en su lugar, tomo asiento con cuidado, ya que el vestido es un poco ajustado.
