Ser coronel de una de las organizaciones militares más importantes del país no es fácil, pero sobre todo si eres mujer, mucho más difícil la tarea. Sariah Mansour una coronel honorable, reconocida por su trabajo arduo y exitoso es el punto blanco pa...
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●★● Sariah Mansour●★●
Tiempo después
Meses después
Han pasado cinco meses, mucho tiempo, lo suficiente para que las cosas cambien, Vanessa está casi trayendo al mundo a mini Jacob, porque será niño como lo presentía, las cosas entre Salvatore y yo no son como antes, solo hablamos temas laborales, nada más, no niego que hemos tenido mucho sexo, pero no tocamos el tema de lo que sucedió aquella noche en su casa, ninguno de los dos ha dicho nada sobre eso.
Siento que todo se ha vuelto sexo entre nosotros, duele pensar que así son las cosas, en cuanto a Romanov, ese está bien, tiene novia, me alegro por él, está rehaciendo su vida, lo merece, Iván actúa normal, los últimos meses le he dado un seguimiento constante, por el momento nada extraño.
En estos momentos me encuentro en casa de Jacob y Vanessa, tenemos una parrillada, también hemos preparado la habitación de Jasper, el nombre lo escogí yo, ambos no sabían que nombre tomar, pensaron que sería la mente maestra para eso, el verano ha sido perfecto para poder decorar la habitación del bebé.
— Estás toda llena de pintura.— Vanessa acerca un plato con carne para mí.
— Ni me lo digas, la habitación de Jasper es enorme, no quiero imaginarme todos los juguetes que se llevará.— tomo una servilleta para secar mi sudor.
— Te ves algo pálida, sigo insistiendo en que vayas al médico.— toma asiento con su enorme panza frente a mí.
— Ya te dije que no es nada, me siento bien, debe ser el cansancio, hace días que no duermo bien.— acerco el plato a mí.
— De todas maneras, insisto, te veo más delgada y pálida, eso no está bien.— niega con un pedazo de carne en la boca.
— ¿Alguien quiere cerveza?— Jacob sale con varias botellas de cerveza en brazos.
— Mejor dime a mí, sabes que Vanessa no puede tomar.— le quito una cerveza.
— Idiotas.— niega, molesta, ama las cervezas, pero desde que está embarazada nosotros dos no hemos hecho otra cosa que no sea molestarla con lo mismo.
— ¿Ya saben cuando será la misión a África?— sirve mazorca de maíz en su plato.
— En dos días.— tomo un tenedor y pico ensalada para mi plato, el sol ilumina la piscina.
— No estarás para el nacimiento de Jasper.— deja de comer.
— Creo que no, créeme que es algo que me jode un poco.— abro la cerveza y tomo un trago.
— En vista de que pronto será el nacimiento de mi hijo, el general ordenó que me quede contigo.— toma la mano de Vanessa como acto de cariño.
— No estaré sola trayendo tu hijo al mundo.— besa sus labios.
