Capítulo 12: Thomás Alphonse

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⋆✩⋆ Vanessa Black ⋆✩⋆

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⋆✩⋆ Vanessa Black ⋆✩⋆

Thomás Alphonse 

La casa de este hombre es enorme, me ha ofrecido de todo, pero terminé aceptando más vino, solo eso. Estamos en su habitación, para ser exactos en su balcón, el cual tiene una hermosa vista de toda la ciudad, si fuera mafiosa viviría en este lugar, no tiene desperdicio alguno.

— Por lo que veo te ha gustado la casa.— me sorprende por detrás, este me abraza por la cintura y apoya su cabeza en mi hombro.

— Lo que más me gusta es la hermosa vista que tienes, es única.— sueno cursi, pero es la realidad.

Me volteo hacia él, no sé cuando, pero ya no trae camisa puesta, ahora solo tiene como prenda el pantalón, mis manos viajan hacia sus hombros, detallo cada parte de su piel, es suave, bien cuidada, este hombre huele delicioso.

Lo beso de repente, sus labios carnosos reciben los míos, me besa con fervor y deseo, sus manos descienden de mi cintura hasta mis glúteos, los manosea y aprieta a su antojo. Tira de mis labios con lentitud, los muerde con fuerza y el dolor me encanta, amo la adrenalina, su pecho sube y baja junto con el mío.

— Belle.— hermosa en francés, eso es lo que quiere decir.

— Je suis flatté monsieur, mais vous etes sexy.— me halaga señor, pero usted es sexy. Digo en francés.

Vuelvo a besarlo, sus manos desabrochan el cierre de mi vestido, este cae al suelo, no me preocupo por el arma, me aseguré de guardarla en mi bolso. Quedo solo en tanga a su vista, deja de besarme para deleitarse a ver mi cuerpo.

— ¡Dios mujer, eres más sexy que como te imaginé en mis pensamientos!— exclama con las pupilas de sus ojos dilatadas por culpa del morbo que siente.

— Prueba que tanto puedo serlo, lo deseo y tú también.— me acerco a él, lo empujo y cae sobre la cama.

Bajo su pantalón, como puedo, se lo quito y lo aviento a cualquier rincón de la habitación, mi mente en estos momentos está nublada, solo quiero comerme a este hombre sin pensar en nada más.

Su enorme erección sale a mi campo de visión, relamo mis labios sin dejar de mirarlo, sostengo su miembro y lo llevo a mi boca, succiono y lamo su punta. Este sostiene mi cabello y echa su cabeza hacia atrás, escucho como suspira con cada mamada que le hago, le gusta, lo disfruta y yo lo disfruto también, pues me encanta generar placer y más si sé como hacerlo.

Hace un puño con todo mi cabello y el mismo me folla la boca con su miembro, lo saca y entra a su antojo, cuando quiere y como quiere, no pongo resistencia y dejo que tome el control, amo la sumisión, quiero ser y seré suya por esta noche, ya luego me olvidará y yo a él.

— ¡Ah, joder!— siento mi coño humedecerse con tan solo escucharlo gemir.

Con mi lengua hago movimientos circulares alrededor de toda su punta y succiono hasta más no poder, ya deseo sentir todo su líquido en mi boca, lo quiero y me lo va a dar.

Pasiones y misionesWhere stories live. Discover now