Capitulo 57- Ser feliz! (Final)

96 2 1
                                    

La puerta era golpeada con fuerza, eso hizo que me despertara de un salto y tomara  a mi hijo en brazos; ¿qué sucedía ahora?

El pánico se apoderó de mí, me encerré en la habitación y luego en el baño.

Busqué una manera de salir de ahí lo más rápido posible pero una voz me detuvo.

--*Dónde están? Dónde está mi esposa y mi hijo? *-- esa voz, hacía tanto que no la escuchaba pero seguía provocando que mi corazón latiera con fuerza.

Abrí la puerta del baño con rapidez y luego la de la habitación;  salí apresurada hacia el recibidor donde pude ver a Roman de pie viendo con ojos cansados a Dom.

--*Roman…*-- mi voz salió casi como un susurro lleno de alegría y tristeza; por fin estaba a salvo, con el hombre que amo y a punto de regresar a nuestra casa con nuestros hijos y familia.

Roman corrió hacia nosotros y nos abrazó. Comenzamos a llorar, un conjunto de emociones nos invadían y la única manera de dejarlas salir era llorando.

--*Estás bien? El bebé está bien? Les hicieron algo?*-- Roman preguntó alejándose unos centímetros de nosotros e inspeccionándonos con la mirada, estaba preocupado y algo inquieto. Negué con la cabeza y le sonreí para que se tranquilizara

--*Estamos bien, no nos hicieron nada; no hay de qué preocuparse ahora, todo está solucionado*-- afirmé con calma, él me abrazó nuevamente y se relajó

--*No veo la hora de que podamos irnos a casa*-- dijo en voz baja cerca de mi cuello; dejó un beso allí con mucho amor, besó mi frente y luego la cima de mi cabeza; besó a Ian y se alejó para ver a Dom --*Te dijeron algo sobre cuando podremos regresar?--* preguntó con curiosidad; Dom negó y levantó los hombros

--*No me dijeron nada, pero el oficial Díaz vendrá pronto y podremos preguntarle*-- respondió mirando a Roman y luego a mí

Para todo esto, Carol no dejaba de ver esa emotiva escena desde la cocina donde ella había preparado el desayuno.

--*El desayuno está listo; si quieren venir y tomar asiento antes de que se enfríe*-- ella habló con cortesía y Roman me miró confundido

--*Ella es Carol, el oficial Díaz la envió a ayudarnos*-- expliqué mientras nos poníamos en marcha hacia la cocina.

El desayuno fue lleno de sorpresas para Roman y Dominique, ya que, vieron por primera vez como nuestro pequeño comía y daba algunos pasos por si solo.

Habíamos llorado, reído y vuelto a llorar por todo lo que había sucedido en ese momento.

Cerca del medio día, mientras Dom cocinaba, Carol hacía una llamada y Roman y yo jugábamos con Ian, llamaron a la puerta, Carol fue a ver quién era y hubo silencio por unos segundos; me puse de pie lista para pelear hasta que ví al oficial Díaz entrar por la puerta seguido por Carol y dos oficiales más.

--Buenos días, como se encuentran?—preguntó él con buen humor, lo miré extrañada y dije

--Bien; qué sucede?—estaba actuando raro

--Me acaban de informar que un vuelo se encuentra disponible para esta noche y los llevará a todos de regreso a casa, si es eso lo que quieren…-- dijo él mirándonos con intriga.

La Bailarina del Luchador Where stories live. Discover now