Capitulo 53- Nostalgia

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Cuando llegamos, estacioné el auto a un costado de la casa y bajé, caminé hacia la puerta del copiloto, la abrí y Johanna bajó del coche con el niño dormido en sus brazos.

Fuimos a la entrada de la casa, abrí la puerta con la llave que se encontraba debajo de una maceta al lado de la misma; entramos y debo admitir que me sorprendí un poco al ver el interior. La casa era de un estilo antiguo y en su interior, los muebles hacían juego con la temática de ese estilo.

--Qué te parece la casa? Te agrada?—le pregunté a Johanna viéndola atentamente para tratar de notar sus expresiones, ella se veía confundida

--Es bonita—respondió así sin más. La miré extrañado por su respuesta

--Podes recorrer la casa y quedarte con la habitación que mas te guste, yo me quedaré con la otra; hay comida en la cocina y todo lo que necesites para el bebé en el baño, también las cosas que necesitas cuando….—expliqué nervioso moviendo las manos para explicar mejor –ya sabes, estas en tus días—agregué bajando las manos de golpe al ver su rostro confundido.

Me quedé en silencio unos segundos hasta que ella asintió y se puso en marcha.

Busqué la cocina y al encontrarla, busqué algo para preparar un desayuno; habíamos llegado cerca de las diez de la mañana, por lo que aún, no habíamos comido nada desde la noche anterior en el avión.

Unas tostadas con dulce de leche, café con leche y algunas galletitas dulces, es lo que puse en la mesa para desayunar.

--Johanna, vamos a desayunar algo—llamé por ella, no la escuché responder asique la llamé nuevamente- -Johanna, a desayunar—

No se escuchó nada, ni un ruido en la casa.

No se habrá escapado verdad? No lo hizo, no creo que se haya ido con el bebé.

Algo en mi interior me decía que ella se había escapado, pero yo no quería creerlo.

No podía creerlo.

Corrí por la casa en busca de ella y el niño y me desesperaba cada vez más al no encontrarla en ninguna habitación de las que revisaba; hasta que finalmente, la encontré dormida en una de las habitaciones con el pequeño a su lado.

Mi corazón se detuvo un instante al verla allí; mi alma volvió a mi cuerpo y me relajé.

Caminé despacio sin hacer ruido para no despertarla aún, me senté el los pies de la cama y la vi dormir por un rato.

Estaba relajado y me sentía cómodo, tranquilo mirándola dormir; antes, ella no dormía estando conmigo y siempre tenía ojeras por eso, a veces se dormía sentada mientras veíamos tele o incluso, llegaba a desmayarse por la falta de sueño.

Jamás la pude ver como la veo ahora; ahora ella se vé con color y llena de vida, sonríe y pelea por lo que ama.

Sonreí con nostalgia por algo que pude haber tenido y no lo conseguí.

Admito que la traté mal en su momento y que le hice cosas que jamás me perdonará, pero, también tiene que aceptar que todo lo que hice fue por su bien; como por ejemplo, el haber asesinado al hijo de putx de su padre. Ese maldito la lastimó más que yo, y eso que era su padre. El muy cretino le dio la espalda a su propia hija y la echó a la calle luego de que le hice daño, luego habló mierda de ella por todos lados alejándola de todos sus supuestos seres amados.

La Bailarina del Luchador Where stories live. Discover now