Capitulo 38- Otra vez él

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Mi celular sonaba muy fuerte, lo encontré aún con los ojos cerrados y contesté la llamada.

--Buenos días hermosa, cómo te está yendo con tus novios? Los estás haciendo sufrir un poco?-- esa voz, no puede ser; otra vez él –Me vas a decir que te sorprende escuchar mi voz, por favor Johanna, no te iba a dejar tan fácil; apuesto a que pensaste que me habías evadido completamente, no es verdad?. Pero que tontita, yo jamás te perdí el rastro, es más, siempre estuve muy cerca de ti todo este tiempo;  es increíble que nunca me hayas visto por ahí—continuó Rodrigo hablando, mi cerebro no podía terminar de procesar la información

--Qué querés de mi ahora?-- le pregunté cuando recuperé el control de mis palabras

--Quiero lo que siempre quise cariño, a ti!; Pero primero, quería saber si te llegaron mis flores, me fue algo difícil escabullirme en tu edificio sin que nadie me viera, aunque admito que tu amiguito estuvo cerca de verme en una ocasión-- Mi cuerpo se tensó y me senté de pronto en mi cama.

--En dónde estás?-- estaba nerviosa, mis manos temblaban un poco

--Muy cerca, casi puedo escuchar el latir descontrolado de tu corazón, estás nerviosa o es solo miedo de que nos encontremos?-- preguntó él con algo de ironía en su voz,  me quedé en silencio, no iba a darle el gusto de escucharme con algo de pánico; respiré profundo y cuando iba a hablarle él lo hizo –Joh, tengo que verte, no podemos seguir retrasando nuestro encuentro, de todas formas sabés que siempre estoy cerca--

Mi puerta sonó y me puse de pié rápidamente, busqué algo con lo que pudiera defenderme, pero no encontré nada que sirviera

--Sos vos en la puerta?-- le pregunté yendo a un rincón de mi habitación

--No, de echo es tu novio número dos, trae algo con él, pero creo que es una sorpresa; vé a ver que quiere, luego podremos hablar un poco más-- Rodrigó cortó la llamada y la puerta volvió a sonar, me acerqué hasta ella y miré por la mirilla; era Dean. Abrí la perta y me abalancé en sus brazos sin pensarlo.

--*Yo también te extrañé!*-- dijo él abrasándome también, me separé un poco y lo miré con algo de miedo --*Qué sucede?*-- preguntó ahora preocupado.

--*Es Rodrigo, está aquí!*-- le expliqué y él se puso aún más serio, me empujó dentro del departamento, literalmente, y luego entró él.

--*Lo viste?, En dónde está?*--preguntó cerrando la puerta con llave, se giró hacia mi y me quedó mirando expectante.

--*No lo se, me acaba de llamar y sabe todo lo que hago y dejo de hacer, tengo mucho miedo de que regrese por mi*-- él me abrazó y me sujeté a él lo más que pude.

--*Tranquila, voy a llamar a un amigo y él arreglará todo esto, no te preocupes!*-- me acarició la espalda suavemente, se alejó un poco de mi y caminamos hasta el living; me senté en el sofá, Dean se sentó a mi lado, me tomó en sus brazos y nos quedamos así, en silencio por algunos segundos.

--*Qué voy a hacer ahora?, No quiero huir nuevamente...*--pensé en voz alta, Dean besó mi cabeza y acarició mi brazo

--*No vas a tener que irte a ningún lado, ya te lo dije, voy a ocuparme de todo*-- me miró a los ojos y supe que era verdad lo que decía. Me acomodé entre sus brazos y me relajé un poco.

Merecía algo de tranquilidad y normalidad en mi vida alguna vez; después de todo lo sucedido en mi vida, merecía algo de estabilidad. Mi celular comenzó a sonar nuevamente, lo tomé rápido y contesté la llamada con algo de miedo

--*Hola?*-- logré decir sin que mi voz temblara

--*Hola princesa, qué sucede? Te escucho algo mal, está todo bien por allí?*-- la voz de Randy hizo que volviera a respirar, cerré los ojos con alivio y mi cuerpo se relajó nuevamente

La Bailarina del Luchador Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu