Capitulo 30- Me da náuseas

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Llamé a Dom para contarle la buena noticia y para ver si podía acompañarme hasta el lugar donde tenía la presentación esta noche, él se puso muy feliz por mi y obviamente accedió a llevarme.

Eran las ocho de la noche cuando entré a ducharme, al salir, me sequé y vestí; me puse las medias color piel y el vestido que Rosa había hecho para mi, unos zapatos cerrados color negro de taco alto y preparé mi bolso con las cosas que necesitaría llevar. Las zapatillas de ballet, un pequeño broche para el pelo que Rosa hizo a juego, mi celular, un cd con la música que necesitaría y mis documentos.

Eran nueve y media y la puerta sonó; fui a abrir y Dom vestía un muy elegante traje negro, una camisa negra, zapatos negros y una corbata rosa pálido con pequeñas lineas negras.

--*Muy lindo señor Dominique, espero que no me abandone por ningún bello hombre en mitad de la noche...*-- le dije besándolo en la mejilla y haciéndolo pasar

--*Si eso sucede, no me podes culpar, osea, me viste?; estoy muy sexy!*--  dijo él señalándose con ambas manos. Sonreí y regresé a mi cuarto, él me siguió.

--*Termino con el maquillaje y nos vamos!*-- le dije sentándome frente al espejo, él asintió; terminé de maquillar mis ojos, acomodé mi cabello; el cual había peinado perfectamente y había echado un fijador completo para que no se despeinara, tomé un abrigo color negro, Dom tomó mi bolso y nos marchamos hacia la casa del idiota para el cual bailaría esta noche!.

Llegamos diez y media de la noche, una gran mansión se alzaba frente a nuestros ojos, un hombre de seguridad nos dijo dónde debíamos estacionar; lo cual hizo Dom. Bajamos de su auto y entramos al lugar; mucha gente elegante nos quedó observando al entrar, si bien Dom estaba impecable al igual que ellos, yo no lo estaba. O no me sentía así.

--*Princesa!*-- se escuchó la vos del peleador a unos metros de mi, lo busqué con la mirada y al verlo a unos pasos de mi, seguido por otros cuatro sujetos igual de grandes que él, me arrepentí de haber ido.

--*Hola!*-- dije dándole la mano cortesmente, él aceptó el saludo, miró a Dom a mi lado --*Él es Dominique, mi bailarín; Dom él es Mathew!*-- los presenté y ellos se dieron la mano con un leve asentimiento de cabeza.

--*Llegaste antes*-- dijo Mathew con una sonrisa en su rostro

--*Si, siempre llego antes para ver el lugar, para saber donde está todo y prepararlo*-- dije mirando a los alrededores --*Dónde es el lugar y dónde está el dj?*-- pregunté mirándolo a él ahora.

--*En el patio trasero; te preparé una hermosa pista, el dj está a un lado de la misma*-- dijo Mathew y me hizo una seña para que lo siguiéramos --*Por aquí*-- agregó y comenzó a pasar por entre toda la gente.

Las personas lo saludaban, le sonreían y lo tocaban mientras pasábamos; salimos al patio trasero y la gente se amontonaba en una pista de baile. Todos se refregaban entre ellos, era algo asqueroso.

--*Esto me da nauseas!*-- le dije a Dom en un susurro mientras caminábamos a donde se ubicaba el dj.  Mathew habló con él y luego se giró hacia mi

--*Tenés la música?*-- me preguntó viéndome de arriba a abajo

--*Si!*-- le respondí y busqué dentro del bolso; saqué el cd con la canción y se lo di --*Es la canción numero tres!*-- agregué sacando las zapatillas de ballet; vi como le entregaba el cd al dj, me senté en una silla que había allí, me quité los zapatos y Dom se arrodilló frente a mi, tomó las zapatillas de ballet y me las puso. Lo miré confundida, él solo sonrió, tomó los tacones y los guardó en el bolso; me quité el abrigo quedando solo con el vestido rosa. Las personas a nuestro alrededor, se movieron para dejarme pasar a la pista; estaba a unos pocos pasos cuando la música comenzó a sonar.

La Bailarina del Luchador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora