Capitulo 35- Me equivoqué

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La puerta sonó, me levanté de pronto y fui hasta ella. La abrí y Adam parecía sorprendido de verme

--*Buenos días!*-- le dije algo adormilada aún, miró hacia otro lado; parecía incómodo --*Qué sucede?-- pregunté y luego recordé que estaba en ropa interior. Cerré la puerta y corrí hasta mi habitación, tomé algo de ropa y me la puse rápidamente; regresé a la puerta, la abrí y él pasó.

--*Lamento haber llegado tan temprano, pero creí que estabas despierta!*-- Adam apenas me miraba, genial; lo había traumatizado!

--*Si, lamento lo de recién; necesito que me des diez minutos y nos vamos!*-- dije acompañándolo hasta el living, él se sentó y yo corrí a mi habitación una vez más. Tomé algo de ropa, me vestí con un chupín negro de jean, una blusa de mangas largas color bordó, un kimono color negro de lana, un gorro a rayas negro, blanco y rojo; unos zapatos de taco tipo botas; me delinee los ojos y puse algo de rimel en mis pestañas, lavé mis dientes; con mi celular en mano, regresé al living, tomé mi bolso, el cual tenía mi billetera y documento, guardé mi teléfono en él y me acerqué  a Adam

--*Te ves muy linda!*-- dijo él al verme, sonreí

--*Gracias!*-- dije algo agotada por la corrida--*Te molesta si pasamos por la cafetería? Es que no puedo coordinar mis pies por la mañana sin un poco de café!*-- medio bromee, él asintió con una sonrisa.

--*Estaba por decirte lo mismo!*-- dijo poniéndose de pie. Salimos del departamento, bajamos hasta su camioneta, subimos y fuimos hasta la cafetería que estaba a unas calles. Él pidió un café negro y yo un capuchino. Subimos al auto de Adam y seguimos nuestro viaje hasta el lugar donde nos tomaríamos las fotos.

En un edificio, a unas pocas horas del centro, era el lugar donde Adam había estacionado

--*No te preocupes por caerles bien o agradarles, los chicos son geniales!*-- dijo él al notar un poco de nerviosismo en mi; bajamos del auto y entramos, fuimos hasta la terraza y habían como unas diez personas; todas iban de un lado hacia el otro, llevando y trayendo algo.

--*Adam, era hora, dónde estabas metido?*-- le preguntó un hombre de unos treinta años; llevaba un chaleco, camisa, unos jeans algo sucios y unos zapatos.

--*Lo siento, tuvimos que pasar por algo de café y había mucha gente!*-- dijo Adam para decir que no era mi culpa, le sonreí y él a mi.

--*Y la joven es?*-- preguntó el hombre. Adam miró al sujeto

--*Ella es Johanna; Joh, él es el fotógrafo, Paul!*-- dijo presentándonos, le dí la mano y él dejó un beso en la mía.

--*Es un placer!*-- dijo Paul con una sonrisa

--*Igualmente!*-- sonreí y miré a Adam

--*Entonces, por dónde empezamos?*-- preguntó Adam caminando hasta donde estaban los focos de luz

--*Vayan a cambiarse de ropa, tomaré unas fotos donde estén juntos y otras separados; corran!*-- dijo Paul al ver que no nos movíamos. Seguí a Adam hasta unas chicas que tenían el cabello rosado

--*Buenos días chicas, qué me pondré hoy?*-- dijo él con una sonrisa enorme en su rostro, ellas sonrieron de igual manera.

--*Tenés que ponerte esto, y ella, esto!*-- le dieron un conjunto de ropa a él muy amablemente y a mi, casi me la tiran por la cabeza; creo que no les caí muy bien!. Adam me guió hasta un cuarto que había en el último piso del edificio, entramos y había percheros con ropas, mesas con comida, mesas con maquillaje y espejos en frente; más personas mirándonos.

--*Joh, el baño está por allá*--dijo él señalándome una puerta a unos metros*--andá a cambiarte primero así después te acosan un rato!*--  agregó con una sonrisa divertida , le regalé una sonrisa y fui al baño. Me quité los zapatos, la ropa y me puse lo que las chicas me habían dado; me miré en el espejo y no me quedaba tan mal, digo, no era muy fanática de los colores pastel, pero el rosado me sentaba un poco bien!. Salí del baño ya vestida, me acerqué  a Adam nuevamente, él se quedó mirándome

La Bailarina del Luchador Where stories live. Discover now